Al día siguiente de que el gobierno de Vilagarcía tomase la firme decisión de colocar el obelisco en la entrada de la calle Rey Daviña, los defensores de su regreso a la plaza de Galicia colocaron en este lugar una vela con un crespón negro sobre una foto antigua del monumento. Así, los detractores de la propuesta del Concello simbolizan la "muerte" del obelisco.
Un cirio rojo en medio de la plaza de Galicia no pasó desapercibido ante los viandantes, pues muchos de ellos se pararon, interesados en saber de qué se trataba esa señal de luto en pleno centro de Vilagarcía. Algunos incluso sacaron fotos con sus teléfonos móviles.
A lo largo de la jornada, distintas personas fueron colocando más velas -hasta seis- sobre la imagen del obelisco, tomada cuando presidía la plaza de Galicia. Con este gesto los que añoran el monumento en esta plaza muestran su lamento por que el traslado que inició el anterior gobierno local presidido por el PP haya sido frustrado por el actual ejecutivo.
Más tiempo en A Constitución
Los técnicos municipales argumentaron en la reunión con la oposición y la Asociación en Defensa do Patrimonio que devolver el obelisco a su lugar original no tiene sentido urbanístico, estético ni histórico por distintos motivos. Entre ellos, el monumento estuvo 36 años en la plaza de Galicia y fue trasladado a la plaza de la Constitución, donde permaneció más tiempo, exactamente durante 47 años.
