Los primeros pasos en la negociación del nuevo convenio de la conserva para los próximos cuatro años solo han conseguido que la patronal dé marcha atrás en el propósito de establecer parte del pago del salario en especie, o sea, mediante latas de conserva, ante las protestas que causó esta propuesta.

"Esto demuestra que cuando se denuncia, se mueve y se pelea, se consiguen cosas. Al menos ha quedado claro que están dispuestos a retirar la cláusula sexta de la plataforma de negociación que plantea el pago en especie", declaró la sindicalista de CIG, Rosa Abuín.

La representante de la Intersindical Galega en la mesa de negociación del convenio regresó de las dos jornadas de reunión con la patronal en Madrid con cierta decepción debido a que prácticamente no se avanzó nada.

La primera jornada se consumió en la resolución del conflicto de intereses planteado por la patronal, que pretendía recusar a Rosa Abuín en la mesa de negociación. La representante de CIG tuvo que recordar a los directivos de Anfaco que fueron los trabajadores afiliados a este sindicato los que le dieron la representación, delegando en su persona para negociar el convenio y por lo tanto no puede ser recusada por la patronal. "Si nosotros pudiéramos recusar a algún miembro de la patronal lo hubiéramos hecho, pero entendemos que los empresarios eligen a quienes quieren que los representen", apuntó la delegada de CIG.

Los representantes de la patronal se retiraron de la mesa de negociación de la conserva durante quince minutos para estudiar el reglamento y decidir si continuaban con la negociación. A su regreso, indicaron que estaban equivocados y admitieron que no podían recusar a ningún representante de los trabajadores. Pero lo que sí solicitaron fue una rectificación por parte de Rosa Abuín en relación a su denuncia sobre el intento de la patronal de pago de parte del salario en especies. Pero la delegada de CIG les recordó que no podía rectificar, sino ratificar su denuncia porque la propuesta de la patronal está incluida en la cláusula sexta de la plataforma negociadora.

Los representantes de CC OO y UGT también advirtieron a los empresarios de que no están dispuestos a firmar ningún convenio en el que se incluya una cláusula semejante de pago en especie. Tras deliberar este asunto y dejar claro que ese artículo se retiraría de la plataforma, se dio por finalizada la primera jornada de negociación.

Al día siguiente se celebró la segunda jornada negociadora con apenas dos horas y media de deliberación en las que se discutieron siete artículos de la plataforma. Las partes quedaron en volver a reunirse los días 8 y 9 de junio, con el compromiso de que estarán trabajando en turnos de mañana y tarde para poder avanzar.

Todos los temas importantes quedaron pendientes.

La Intersindical Galega propuso establecer una cláusula de retroactividad mediante la cual el convenio sigue en vigor hasta que se pacte otro nuevo. Pero esta iniciativa contó con la oposición de los empresarios.

Una vez eliminada la cláusula de pago de parte del salario en especie, la batalla la darán los sindicatos en otros asuntos importantes como la propuesta de aumentar en 40 horas las jornadas de trabajo, de forma progresiva durante cuatro años, así como elevar al 15% las jornadas irregulares.

La patronal propone una nueva clasificación por categorías que, según la sindicalista de CIG, lo que pretende es encubrir la movilidad funcional, "para que todos los trabajadores hagan de todo".

"Hay una clara discriminación salarial entre hombres y mujeres; no puede ser que un ayudante de mantenimiento cobre más que una encargada de fabricación. Pedimos que estos artículos se revisen. La plataforma de negociación que propone la patronal es regresiva y con trampas, ya que por una parte se habla de la conciliación de la vida labora y familiar y por la otra se aumentan jornadas y se pretende flexibilizar más los horarios de trabajo", manifestó Rosa Abuín.