La campaña de libre marisqueo, otrora la panacea para muchas familias arousanas que viven del marisqueo a flote, comenzó ayer con más pena que gloria.

Después de semanas de reuniones e informes que hablaban de una brusca disminución de la productividad y de la desaparición del berberecho en bancos tan importantes como Os Lombos do Ulla, lo que hizo la flota ayer fue constatar que todo el pesimismo estaba plenamente justificado.

La primera mañana de faena para los "rañeiros" resultó un estrepitoso fracaso, como lo demuestra el hecho de que muchos ni siquiera pudieran alcanzar los cupos de captura fijados, a pesar de que ya se habían puesto bajos.

Otra prueba de lo mal que ha empezado la campaña es que acudieron a faenar 634 embarcaciones, cuando en la apertura de temporadas anteriores solían hacerlo casi un millar de las 1.300 naves autorizadas para el libre marisqueo en la ría.

Y para completar la lista de despropósitos o malas noticias para el sector, los precios alcanzados con lo poco que se ha conseguido capturar tampoco fueron tan altos como cabría esperar, a pesar de que la escasez de producto suele incrementar las tarifas en lonja.

En resumen, que la campaña de libre marisqueo -que debe prolongarse hasta el 31 de marzo de 2015- ha comenzado con muy mal pie, para desconsuelo de las cofradías de pescadores, sus mariscadores de a flote y las familias de estos.

Para que el lector se haga una idea, puede decirse que los marineros de a flote subastaron ayer en la lonja de Cambados 450 kilogramos de almeja babosa, a un precio máximo de 18,90 euros el kilo, junto con 90 kilos de almeja japónica, que se vendió a 7 euros el kilo. También fue escasa la almeja rubia capturada, en este caso a 10,50 euros.

Los rañeiros de O Grove que salieron a faenar a la zona de O Bohídorañeiros también comprobaron que la producción escasea. Vendieron en su lonja alrededor de 116 kilos de almeja babosa, a 17,30 euros el kilo; además de 12 kilos de almeja fina, a 15,95; un lote de 1,4 kilos de almeja fina de considerable tamaño, que se comercializó a 39,75; y 10 kilogramos de japónica, a 7 euros.

En A Illa las cosas tampoco fueron mejor. Su patrón mayor, Juan José Rial Millán, es concluyente: "Este primer día de faena ha sido un desastre absoluto; en Os Lombos do Ulla, un cero en cuanto a marisco, en Cabío había poco y en O Bohído, menos aún".

El isleño reconoce que "hubo bastante gente que pudo alcanzar el cupo establecido, pero también es cierto que otros muchos regresaron a casa de vacío, sobre todo los que se desplazaron hasta el río".

Era, incide el patrón mayor, "algo que ya nos temíamos, y lo que ha hecho esta primera mañana de actividad ha sido confirmar las malas previsiones que todos teníamos, y no parece que esto pueda solucionarse a corto plazo".

Preguntado sobre la decisión que adoptará ahora la flota responde que "la gente tiene que intentar ganar para comer, por eso los marineros seguirán saliendo al mar en busca de almeja y berberecho, aunque lo tenemos francamente complicado en toda la ría".

La semana que viene, recuerda el isleño, habrá una nueva reunión entre representantes de las cofradías de pescadores arousanas para decidir qué hacer.

Y algo tendrá que decir también a este respecto la Consellería do Medio Rural e do Mar, cuyos biólogos reconocen la existencia de una preocupante mortandad de producto, especialmente berberecho y de manera muy llamativa en Os Lombos.

Desde la Administración autonómica se limitaron a explicar ayer que la campaña de libre marisqueo ha comenzado en la ría de Arousa, desarrollándose de lunes a viernes en horario de 8 a 14 horas.

Está por ver ahora si, ante los malos resultados obtenidos, en próximas reuniones se acuerda recortar ese horario limitando el trabajo semanal, por ejemplo descartando faenar los viernes, como ya se hizo en otras ocasiones.

En esta campaña participan las cofradías de pescadores de A Illa de Arousa, O Grove, Cambados, Vilanova, Vilaxoán, Carril, Rianxo, Cabo de Cruz, A Pobra do Caramiñal, Palmeira, Ribeira y Carreira-Aguiño.

Los mariscadores de a flote tienen autorizados como útiles de trabajo a emplear la vara, los raños, los rastros y las conocidas como ganchas.

La Consellería do Mar también apunta que la vigilancia de los bancos de libre marisqueo "se realizará de forma conjunta entre todas las cofradías de la ría a través de sus propios vigilantes, en colaboración y coordinación con la subdirección xeral de Gardacostas de Galicia".