Los bateeiros han dicho basta. Están hartos de que desde Francia lleguen acusaciones periódicas sobre supuestas intoxicaciones alimentarias presuntamente provocadas por mejillón de Galicia afectado por biotoxinas. Pero sobre todo no soportan que esos "ataques gratuitos" se efectúen "sin rigor ni fundamento alguno".

Por este motivo, quieren hacer un frente común con la Consellería do Medio Rural e do Mar para denunciar a los productores, comercializadores y autoridades franceses ante la Comisión Europea, "para que la próxima vez se midan mucho antes de lanzar acusaciones infundadas contra nosotros", alegan los mejilloneros gallegos.

Pero no solo eso. También plantean la adopción de medidas legales para reclamar indemnizaciones y compensar así los daños y perjuicios sufridos.

En Galicia mantienen que los responsables de las 73 intoxicaciones detectadas en Francia por consumo de mejillón contaminado no son otros que los expedidores o depuradoras francesas que trataron el producto y lo entregaron al consumidor final sin las garantías sanitarias suficientes.

Es posible que el mejillón con toxina saliera hacia Francia desde las rías gallegas, y más concretamente de cuatro polígonos arousanos. Pero aún así ese bivalvo se envía a las depuradoras galas, "que son las responsables de tratarlo y analizarlo con rigurosidad antes de venderlo para el consumo", explican en el sector.

Ante esto, la intención de los bateeiros es que esas empresas distribuidoras del país vecino paguen "indemnizaciones millonarias", con el objetivo de emplear el dinero obtenido en la puesta en marcha de campañas de publicidad y promoción que ayuden a recuperar la confianza del consumidor y limpiar la mala imagen ofrecida del molusco gallego, tanto en Galicia como en el exterior.

"Se trata de dar a conocer en Europa que los franceses actúan movidos por intereses comerciales para atacarnos sistemáticamente, causando a nuestro sector un daño irremediable y puede que irreparables, pues la imagen de nuestro mejillón sale claramente perjudicada", indican bateeiros como Javier Blanco, uno de los que pretenden aprovechar la próxima reunión de la Mesa do Mexillón -el martes- para demandar la máxima implicación de la Xunta.

Lo que quieren hacer los dirigentes del sector mitilicultor gallego es aprovechar esa reunión del citado órgano consultivo para exponer sus argumentos y temores, buscando también la colaboración del Estado central antes de elevar sus quejas y preocupaciones a Bruselas.

No es la primera vez que se busca esta línea de acción conjunta entre productores y Administración, casi siempre sin demasiado éxito. Pero no cabe duda de que en esta ocasión la amenaza que suponen las constantes acusaciones de Francia puede convertirse en el acicate que los mejilloneros necesitaban para dejar atrás viejos enfrentamientos.

"No podemos seguir peleándonos entre nosotros y dejar que nos ataquen desde Francia o cualquier otro país; debemos unirnos para ser fuertes en Europa y pedir explicaciones a los franceses por sus contantes agresiones". Quienes así opinan sostienen que la última alerta sanitaria de los galos "ha sido la gota que colmó el vaso, y por tanto no puede quedar impune, ya que si volvemos a consentir que nos utilicen y nos desacrediten, dentro de unos meses los galos volverán a alertar al mundo con otras supuestas intoxicaciones por mejillón gallego contaminado".

Dicho esto insisten en que la investigación abierta tras el último conflicto internacional "debe llegar hasta el final; hay que depurar responsabilidades, caiga quién caiga".

No faltan los mejilloneros que insisten en que si algunos productores gallegos juegan sucio y no respetan las normas establecidas para la extracción y comercialización del producto "hay que tomar medidas contra ellos, ya que nos perjudican a todos; si hace falta habrá que retirarles la concesión de la batea y que se dediquen a otra cosa".

Pero también consideran que "si los responsables de este tipo de alertas sanitarias son los depuradores o los productores franceses, empeñados en desprestigiar a Galicia para que no ocupemos su mercado, lo que hay que hacer es sacarles la careta a nivel internacional de una vez por todas y dejar claras sus oscuras intenciones".

Al hacer estas reflexiones los bateeiros insisten en que "la última alerta sanitaria, la que nos imputaron a nosotros, puede tener su origen en las depuradoras francesas o incluso en el mejillón holandés", pues como se explicó ayer Holanda detectó partidas contaminadas de molusco cultivado en su propio país y lo retiró tanto de su mercado interior como del galo y el belga.

"Lo que sucede es que pase lo que pase los franceses solo quieren culparnos a nosotros, y eso es algo que no debemos tolerar por más tiempo", lamentan los mejilloneros de Galicia.

Por eso quieren aprovechar también la reunión de la Mesa do Mexillón "para hacer un frente común con la Xunta mediante el que exigir a las autoridades francesas que nos diga el nombre de las depuradoras que comercializaron el molusco que provocó las últimas intoxicaciones".

De este modo, una vez conocidos "los verdaderos responsables de esta crisis internacional", será el momento de "emprender las acciones legales que consideremos oportunas para reclamar a esas depuradoras las indemnizaciones económicas que nos ayuden a remontar el vuelo después de lo sucedido", según confirma Javier Blanco tras haber consensuado esta línea de acción con otros dirigentes bateeiros gallegos.