El colegio Viñagrande de San Miguel de Deiro ha recuperado el ritmo normal de sus clases después de varios días sin actividad tras los efectos de la ciclogénesis "Petra" que causó daños en su estructura, especialmente en su tejado.
El propio Gonzalo Durán fue testigo del inicio de las clases en el centro después de que la empresa encargada de las obras pudiese culminar las mismas tras sufrir un receso obligado por las condiciones meteorológicas reinantes durante toda la pasada semana.
Tras la recogida de todo el amianto de la techumbre sustituida, se procedió a la inspección educativa y de los técnicos de la Consellería el martes por la mañana para comprobar que todo se ajustaba a las medidas de seguridad. Así, y tras recuperar todo el material escolar llevado al colegio de Tremoedo que acogió a los alumnos durante los días de inactividad del centro, en la mañana de ayer los 105 alumnos del colegio Viñagrande retomaron las clases con toda normalidad.
El coste de la inversión alcanza los 90.000 euros tras volar una gran parte del tejado. La parte sur de la cubierta fue afectada el pasado martes por el paso de "Petra" con lo que se filtraba agua a las clases, por lo que se decidió buscar un nuevo acomodo a los alumnos.
El paso del temporal también tuvo efectos positivos puesto que quedaron en evidencia las deficiencias del colegio, que contaba con un tejado con una importante presencia de amianto, elemento que está prohibido en la actual ley de Educación. El centro de San Miguel de Deiro ya se encontraba en la lista de espera para renovar su cubierta, pero el paso de la ciclogénesis apuró los plazos para la actuación tras verse seriamente dañado el tejado.
Durante los días de suspensión de las clases en Viñagrande, los alumnos del centro tuvieron que ser reubicados en el colegio de Tremoedo y en el centro infantil de la misma parroquia vilanovesa. En ambos casos, y gracias a la utilización de una cuarta sala, se consiguió que en ninguna clase se superasen los 25 alumnos, máximo permitido por aula.
De este modo, un colegio que tiene más de tres décadas de antiguedad, cuenta desde ayer con una cubierta adecuada a los nuevos tiempos.
