Los Reyes Magos volvieron a reencontrarse con los niños vilagarcianos en las misas celebradas ayer en las distintas iglesias del municipio y en algunas aprovecharon para repartir regalos entre los asistentes al finalizar el acto religioso.

En la parroquial de Santa Eulalia de Arealonga la misa comenzó a las once de la mañana con la presencia de Sus Majestades de Oriente en el altar mayor. El templo estaba abarrotado de fieles que esperaban contactar con Melchor, Gaspar y Baltasar para agradecerles los obsequios recibidos a primera hora de la mañana.

El reencuentro tuvo lugar al finalizar el acto religioso, pero el escenario fue el local parroquial situado en un lateral de la iglesia, donde niños y mayores saludaron a los Reyes Magos.

La magia de Sus Majestades hizo posible que a la misma hora se pudiera celebrar en la iglesia parroquial de Cea otra misa con su presencia.

El recibimiento de los fieles resultó emocionante porque niños y mayores no dejaron escapar la oportunidad de contactar con Melchor, Gaspar y Baltasar. Al finalizar la eucaristía, los niños de la catequesis presentes en la iglesia recibieron regalos de manos de los Reyes. Sus Majestades entregaron a cada niño un paquete de chucherías y un regalo. Material escolar, osos de peluche y pelotas figuraban entre los obsequios principales.

Con la ayuda de las catequistas y de Cáritas de Cea, los Reyes Magos entregaron obsequios, (consistentes en croissants, caramelos y un calendario de bolsillo) a las personas mayores de la parroquia que se acercaron a saludarlos.

Colaboradores especiales

Este año, Melchor, Gaspar y Baltasar contaron con la colaboración especial de los alumnos del colegio La Salle, de Santiago de Compostela, quienes reunieron centenares de juguetes para el "amigo invisible", canalizados a través de la asociación de padres y de Cáritas del colegio. Estas entidades contactaron con el sacerdote Gonzalo Rodríguez, natural de la parroquia de Cea, quien hizo posible el reparto de regalos entre las familias más desfavorecidas de su iglesia en Val do Dubra, y de su tierra natal. Las catequistas de la parroquia de Cea fueron las encargadas de ayudar a los Reyes y a los Pajes Reales repartiendo juguetes entre los niños de los poblados de Berdón, de Cornazo y de Rubiáns.

Como los colaboradores fueron muy generosos y donaron más de 300 regalos para los niños vilagarcianos, los menores de las familias más desfavorecidas recibieron una caja con una media de 5 o 6 regalos.

Visita a Rubiáns

El resto de los obsequios fueron repartidos por los Reyes Magos en persona al finalizar las misas de las parroquias de Cea y de Rubiáns. En este caso los niños recibieron un solo obsequio complementado con un paquete de golosinas.