"No regazo da fértil mariña/naciches nobre e mariñeira/ Vilanova alma da ría/ e do Salnés a ribeira". Ésta es la primera estrofa del Himno de Vilanova, original de Alejandro Allegue, y que inspiró la composición mucisal de Francisco Rey Rivero, considerado ya como uno de los grandes compositores gallegos.

Su fallecimiento, en abril pasado, ha acelerado los homenajes y su pueblo natal no podía ser menos por lo que acaba de dedicarle una de sus calles más céntricas para que siempre quede presente en la memoria colectiva de este pueblo arousano, del que nunca perdió la referencia.

Vilanova no se podía quedar atrás en el reconocimiento a su egregio vecino al que ya homenajeó en 1998 cuando se le otorgó la insignia de oro y brillantes. Y ello es así porque como si de una coincidencia se tratase, Rey Rivero, nació en la Calle del Medio, muy cerca del lugar donde se celebró el natalicio de Valle Inclán y de Julio Camba.

Pero sobre todo, destaca el alcalde Gonzalo Durán ha sido un siempre un hombre con mucho apego al pueblo de su origen. "A pesar de residir en Vigo nunca perdió los vínculos con Vilanova, adonde acudía de forma habitual para visitar a sus familiares, especialmente a su hermana, que residía cerca de la Casa do Cuadrante".

Pero también se le reconoce ese último deseo de depositar sus cenizas "en la tierra que le vio nacer y de la que nunca se desvinculó".

Por su parte, Rafael Louzán hizo un repaso de la biografía del compositor vilanovés, un hombre que vivió la emigración, la Guerra Civil, que trabajó en el mar pero que sobre todo tenía una especial sensibilidad musical.

"Rey Rivero emigró a Argentina donde obtuvo una gran formación musical y participó del auge y la afición que la música tenía en el país entre la colectividad gallega", destaca el presidente provincial.

"En el caso del compositor vilanovés, su contribución al acervo musical gallego fue enorme, no solo desde la Coral Casablanca, de Vigo, sino, sobre todo, desde su faceta de autor de buena parte de las canciones que hoy forman parte del repertorio de las corales gallegas", expone Louzán, quien recuerda temas como "Velaí vai", "Coloradiña" o "La Sirena" que hacen que Rivero perdure en la historia de la música en general pero de la coral y popular que hoy se hace en Galicia.

Especialmente emotivo es el recuerdo de su hijo, José Rey quien le califica como "persona irrepetible...como padre, como músico y como amigo".

José Rey glosa su vida en la estructura de una "ópera romántica" en la que aparecen personajes y situaciones indispensables "como su amada, una guerra, escenas de vida bohemia, un padre estricto, traidores, fieles seguidores, momentos dramáticos, momentos de gloria..e incluso alguna valkiria".

Todo ello hizo que además de la calle, las instituciones hayan querido regalar al compositor un libro que glosa sus momentos más destacados, cuyos autores fueron el colaborador de FARO DE VIGO, Víctor Viana y Ángel Varela, en una obra muy documentada que aborda todas las etapas del personaje homenajeado.

Uno de los capítulos incide en que Rey Rivero inicia su laboriosa actividad en el mundo musical al tomar posesión de la Coral Casablanca, sin duda alguna, la más prestigiosa y laureada de Galicia.

"La exquisita formación coral que transmitió a la Casablanca hizo que fuera oída en conciertos celebrados en el Palau de la Música de Barcelona, en la catedral de Bruselas, en la catedral de L´Orient, en el Teatro Comunale de Estrasburgo, en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, además de en Madrid, Oporto y el País Vasco.

Esta semana, Rivero recibió la última ovación de su pueblo tras oir el Himno de Vilanova, una melodía que todos han cantado de una forma especialmente emotiva.

Su hijo le despide con un "Bravo" por todo el legado cultural que dejó a su tierra, gracias a ese oído tan bien formado.