Los Reyes Magos no están dispuestos a que Papá Noel les siga ganando terreno. De hecho, ayer llegaron a O Mosteiro con más de diez días de antelación, adelantándose incluso al rechoncho habitante de la Laponia, que hará su aparición en Nochebuena.

La guardería municipal de Meis celebró ayer una fiesta de Navidad para los pequeños, y un trío de padres decidió disfrazarse para repartirles unas bolsas de chucherías.

Solo que en vez de presentarse en la escuela infantil ataviados con trajes de rojo chillón, se vistieron de reyes de Oriente. Fue una nota curiosa para una fiesta que reunió a una treintena de niños de hasta tres años de edad, aunque algunos también estaban acompañados de sus hermanos mayores, padres y tíos.

En la fiesta de la guardería tuvieron una participación muy destacada las familias de los niños, pues se encargaron de comprar las gominolas, patatas fritas y "gusanitos" que pusieron de desayuno, o hicieron bizcochos y roscas, que también son típicas de estas fechas.

La de ayer fue la primera fiesta de Navidad organizada por la guardería municipal de Meis –la mayoría de los colegios e institutos ya las celebraron entre finales de la pasada semana y anteayer miércoles– y seguirá abierta durante estas fechas a disposición de las familias.