Frente a una visión idílica e irreal de una perfecta coexistencia y convivencia entre vecinos, la realidad de cada día y en muy diferentes ámbitos, nos enseña que la existencia de conflictos y de situaciones de acoso y violencia en las relaciones vecinales es un hecho constatable y que se presenta con notable frecuencia y extensión. De hecho, desde que se puso en marcha la comisión municipal de seguimiento y mediación de estos asuntos en Vilagarcía, a instancia de la asociación Vecinos Antiviolencia, se han destapado ya una veintena de casos con unos 300 afectados.

En sólo unos meses de funcionamiento la comisión ha organizado el primer foro sobre conflicto, acoso y violencia en las relaciones vecinales en el que participaron profesionales de diversos puntos de la geografía española con el fin de poner en común conceptos, acciones a llevar a cabo, proyectos de prevención y conclusiones para avanzar en el campo de la mediación y la resolución de conflictos.

Este primer foro se celebró ayer en el Auditorio Municipal de Vilagarcía dividido en tres sesiones de mañana y tarde que culminaron con la redacción de unas conclusiones provisionales que se completarán con nuevas aportaciones. La primera cuestión ha sido el reconocimiento de la existencia de la conflictividad en las relaciones vecinales, independientemente de los ámbitos en los que se encuentren.

Según se puso de manifiesto en el foro las causas que motivan esta problemática son muy diversas, aunque se pueden distinguir en cuestiones de fondo o estructurales como puede ser el arraigo a la violencia en nuestra sociedad; causas de costumbre y tradición; intereses en imponer el propio modo de vida; el acceso a la propiedad ajena; el ejercicio del poder e influencia sobre la vida de los demás; causas de la poca capacidad personal para resolver conflictos y convivir colectivamente y la tendencia individualista cada vez más presente en nuestra sociedad.

Por último, hay causas referidas a la falta de concienciación social y a la escasez de medios e instrumentos legales, institucionales y servicios que permitan una defensa de las situaciones de acoso y violencia y una resolución de los conflictos existentes.

Las causas se expresan también por diferentes tipos de localización y ubicación geográfica, como los casos originados en el ámbito urbano y edificios multipisos, denominados blocking, y ligados a cuestiones de convivencia y aportación comunitaria. También están los generados en el ambiente rural, viviendas unifamiliares y cierta explotación agraria y relacionados con la propiedad, y por último los de ambiente mixto de las urbanizaciones de viviendas y adosados. Ya se han dado casos en las tres tipologías.

En las conclusiones provisionales se pusieron de manifiesto dos aspectos que bloquean en gran medida los avances de la convivencia pacífica entre vecinos: la invisibilidad social del fenómeno y la falta de distinción entre agresores y víctimas.

El foro también ha destacado la continua y creciente demanda de servicios relacionados con los conflictos de acoso y violencia vecinal, indicando que el campo de la mediación y la resolución pacífica de conflictos puede aportar grandes avances en la convivencia y la reducción de esta problemática y las consecuencias de sufrimiento y mala calidad de vida de las víctimas.

Más recursos

Sin embargo, estos servicios de mediación institucionales precisan de medios y profesionales, además de una serie de recursos que permitan asumir la variedad y cantidad de casos que tienen que atender. Es necesario también una concienciación y colaboración institucional para la creación de este tipo de servicios en ámbitos operativos y eficientes.

En otra de las conclusiones se expone que, en aquellos casos donde exista una intencionalidad y voluntad de hacer daño y que los agresores se nieguen a soluciones de diálogo, usando y abusando de las limitaciones legales actuales, es preciso una actuación coordinada de los poderes públicos e institución policial y judicial a fin de controlar y reconducir las actividades de los mismos.

En este sentido, indican los profesionales que parece necesaria una revisión de las limitaciones actuales que se dan en el campo legislativo, policial, judicial y urbanístico que permiten de forma involuntaria la expansión de ciertas conductas de acoso y violencia que carecen actualmente de restricción efectiva.

El foro culminó su jornada con una invitación a un futuro encuentro, destacando que el conocimiento mutuo y coordinación de diversos esfuerzos que a nivel de comunidades autónomas, ayuntamientos y organizaciones sociales se están realizando en esta problemática del conflicto, acoso y violencia vecinal, se deberían potenciar a fin de facilitar el avance en este campo.

Los ponentes

La primera ponencia de la jornada estuvo a cargo de Emanuela Carmenati, abogada y vicepresidenta del Tribunal Arbitral de Girona, quien hizo un perfil de agresor y víctima y abogó por la creación de centros de mediación para resolución de conflictos, dado que los acuerdos alcanzados mediante este sistema, por su experiencia, tienen más durabilidad.

La psicóloga Rita Radl abordó el tema de la violencia como un hecho característico de la sociedad moderna. Por parte de Vecinos Antiviolencia hubo una intervención sobre la diversidad de conflictos en el contorno inmediato.

La segunda parte del foro fue abierta por el presidente del Seminario Galego de Educación para a Paz, Manuel Dios, quien habló sobre las causas de la violencia en la sociedad actual. Le siguió la psicóloga y terapeuta familiar Carmen Morell Muñoz, que abordó la violencia en la sociedad, tipos, prevención y tratamiento. Esta segunda parte fue cerrada por Beatriz García Luque, de Cruz Roja, quien habló del programa que esta entidad lleva a cabo para la prevención de la violencia.

Por la tarde intervinieron Patricia Gómez Castresana, que habló sobre la mediación en el ámbito vecinal en el País Vasco; la abogada Cristina Alonso, que trató el asunto en el ámbito de Santiago de Compostela; Margarita Vázquez, concejala de Educación de A Coruña, que habló de la experiencia de la creación de un servicio de mediación vecinal en esta ciudad; Ansel Guillamat, responsable del servicio de mediación de los Juzgados de Baix Llobregat y la concejala vilagarciana Susana Camiño.