Desde UGT Pontevedra señalan que "hay otro efecto cualitativo de la crisis y de la reforma laboral" que tiene que ver con esta caída en el número de bajas laborales tramitadas. Se trata de la destrucción de empleo durante los peores años de la recesión económica, que castigó más a sectores como el industrial o la construcción "ambos de elevada siniestralidad". Con la recuperación económica, estos sectores no están creando empleo, sino que "este se traslada al sector servicios, con un fuerte carácter estacional y sin derechos, con contratos por horas, días o semanas, mal pagados y en los que una baja supone directamente no renovar". De hecho, explican que "la falta de estabilidad y la poca duración de los contratos ya provocan que casi no sea posible materialmente encontrarse en una situación que provoque coger una baja por IT".
A modo de ejemplo, en 2011 había en la provincia 273.940 trabajadores afiliados, de los cuales 54.713 pertenecían a la industria, 22.616 a la construcción y 175.663 a los servicios. En 2016 hay 2.300 trabajadores menos afiliados, pero la construcción había perdido casi 8.000 afiliados, la industria 4.000 y, por contra, el sector servicios había ganado 11.641 trabajadores. "Como se ve, la recuperación parece que va ir de la mano del sector servicios, con las características laborales ya comentadas: menores bajas y menores salarios que en caso de incapacidad temporal supone también cobrar menos prestación".
