El Concello pagó entre octubre y diciembre de 2015 un total de 3.346 facturas a proveedores por un total de 9.746.000 euros y tardó una media de 41,6 días en tramitarlas y abonarlas, desde que fue presentada por Registro hasta que se formalizó el pago. Este plazo es casi veinte días menor que el periodo máximo de dos meses que establece la ley.

Así se detalla en el informe referido al último trimestre del año, que refleja una mejoría con respecto al arranque del ejercicio pasado, cuando la implantación de la facturación electrónica retrasó notablemente este proceso y se superaron con creces los cincuenta días de espera.

Las exigencias legales para los municipios a la hora de saldar sus deudas con los proveedores han registrado notables variaciones en los últimos años, ya que llegó a establecerse un plazo máximo de treinta días, que después se modificó, y ahora está establecido en el doble con la facturación electrónica.

La inmensa mayoría de esas facturas corresponden a la actividad del propio Concello, ya que el IMD solo recibió 87 de estos recibos (con un tiempo medio de 16,17 días) y el Pazo, 196, con 15,11 días de tardanza.