La reunión del Foro Económico de Galicia celebrada esta semana en A Toxa puso en evidencia que, en lo fundamental, tenemos claro las oportunidades y riesgos de la reforma de la financiación autonómica. Es verdad que restan concreciones técnicas, pero creo que vamos a tener pocas sorpresas al respecto. Los deberes se están haciendo en Galicia. Otra cosa es la fase política. Y otra es el "tempo" de la reforma.

Sobre la política de la reforma, creo que es positivo que Galicia dialogue con otras Comunidades en una situación objetiva similar. Y que lidere. Primero, porque es una de las Comunidades históricas. Segundo, porque es de las grandes (la quinta en el ranking). Tercero, por el peso político del actual Presidente gallego en el panorama nacional: es difícilmente discutible que figura entre los referentes en el mapa autonómico. Por eso, creo que es importante que se intensifiquen los esfuerzos de liderazgo que arrancaron hace un par de meses. Un liderazgo que mire por lo nuestro, pero también por lo de todos. Porque este es uno de los principales problemas que tenemos ante nosotros. El que pocos son los que ven el conjunto y los que empatizan con sus vecinos. Necesitamos líderes con visión de Estado.

En todo caso, no podemos perder de vista el "tempo". El lío en Cataluña lo distorsiona y retrasa todo. Aunque también es cierto que no hay que descartar que el resto de España se hastíe y que, como ya se hizo en 1997 con Andalucía y Extremadura y Castilla-La Mancha, discutamos y aprobemos una reforma dejando al margen a una comunidad autónoma? hasta que se aclaren.

*Director del Foro Económico de Galicia