Cuando el arousano Julio Camba, posiblemente el mejor articulista de la historia de la prensa española, cambiaba de periódico entraba en la nueva redacción y decía "Mi nombre es Camba" y se ponía a escribir su primer artículo para la nueva casa.Y una vez lo tituló así con "Mi nombre es Camba" para que sus nuevos lectores comenzaran a conocerlo. Bastantes años después de Camba, la mitología cinematográfica se enriqueció con el "Mi nombre es Bond, James Bond", tantas veces imitado desde que lo pusiera de moda Sean Connery.

Muchos años antes de Camba y no digamos de Connery, este periódico que hoy cumple ciento sesenta años entraba en los hogares y en las empresas de Vigo, de Pontevedra y de toda Galicia diciendo que "mi nombre es FARO, FARO DE VIGO". Las gentes aprendieron a leer en brazos de sus abuelos con el FARO delante. Las gentes llamaban "faros" a los periódicos en la prueba más palpable del inigualable arraigo que tiene este diario, orgullo de Galicia y de España.

Entre 1994 y el 2000,período en el que ocupé la dirección del periódico, pasaron tantas cosas que será imposible recordarlas todas. El periódico era entonces sede de la impresión de diarios nacionales de España y de Portugal por lo que las noches se llenaban de papel impreso en el que se contaban los detalles del final del felipismo, las arrolladoras victorias de Manuel Fraga y la llegada de José María Aznar a la presidencia del Gobierno de España, los trabajos de construcción de las autovías a la Meseta(ay, tramo de Melón, cuántas historias originaste), la fusión de las cajas de ahorros del Sur de Galicia, la "guerra del fletán"o los tiempos gloriosos de una Citroën imparable. Eran los tiempos de los del birrete o los de la boina en el PP de Galicia o los del sano crecimiento de la Universidad de Vigo.

Claro que el imparable de aquellos años no era otro que el Celta de Vigo. Fueron tantas las alegrías celtistas que merecen un tomo de los mejores días de nuestras vidas. Como homenaje a aquel equipo de leyenda habrá que rememorar el quiebro de aquel genio llamado Alexander Mostovoi a toda la defensa de la Juventus de Zidane para dejar solo a Makelele que marcó el primer gol de una goleada memorable. Noches grandes en un Balaídos enfervorizado, noches grandes de una ciudad que era feliz.

Seis años entre ciento sesenta son una gota en el gran oceáno de la historia de FARO. Para un periodista que ha pisado una docena de periódicos son los mejores años de su vida. Ningún diario tiene el arraigo social y popular que ha alcanzado este joven FARO DE VIGO.

*Exdirector de FARO DE VIGO