Galicia, en los últimos cuarenta años, ha perdido población, mientras otras comunidades como Madrid la han ganado y en otros países de la Unión Europea se ha duplicado, como el caso de Irlanda.

España y Galicia van perdiendo población mientras países como Francia, Alemania e Italia consolidan la suya y la hacen más fuerte, más culta y más rica.

Lo que todos tenemos que aceptar es que si Galicia sigue bajando su población, pronto la tendremos en menos de dos millones de habitantes, cuando hace cuarenta años superábamos los dos millones y medio.

Ante este gran problema tenemos que hacer una autocrítica y admitir que algo no estamos haciendo bien.

La Xunta, tanto de un color como de otro, no lo está haciendo bien, afrontando con imaginación y eficacia este gravísimo problema. Galicia sería una tierra hermosa pero insignificante.

Las ayudas tienen que ser más importantes y más eficientes de lo que son ahora. Hoy no se concibe un matrimonio en que no trabajen los dos. Las guarderías son necesarias para poder dejar a los bebés lo antes posible, pues la baja materna prolongada podrá ser el motivo para el rechazo de las empresas.

Las guarderías tendrán que ser un lugar en que los horarios sean flexibles, adaptándolos a los horarios de trabajo de sus padres. Su coste, aparte de ser gratis para las rentas más bajas, será gratis para las rentas más altas desde el tercer hijo.

La Xunta tendrá que bajar los impuestos para que las empresas nacionales y extranjeras vengan a montarse a Galicia. En Irlanda el impuesto sobre beneficios es del 12,5%, mientras que en España es más del doble.

Los gobernantes darán buen ejemplo con el número de hijos que tienen en el matrimonio.

Una medida que podía ser eficaz es que a la hora de conseguir plaza en un empleo público, las familias numerosas, una vez cumplidos unos mínimos profesionales, tuvieran un plus para conseguir empleo.

Galicia es un lugar ideal para vivir y montar empresas, los gallegos tenemos fama de trabajadores y serios.

Vigo y su comarca tiene el clima mejor de Europa, pues pocos días al año bajan los termómetros de 10º y no suben de los 30º.

Para resolver este gran problema no solo depende de lo bien o mal que lo hagan nuestros gobernantes, depende fundamentalmente de nosotros, que seamos más valientes y generosos. Os puedo asegurar que el futuro es más seguro con más hijos, aunque el presente sea más sacrificado.

Nuestros principios nos impulsarán a dar el paso hacia adelante.

*Miembro del Club 55