De un tiempo a ésta parte, no sabemos bien las razones, se permite o se autoriza a los ciclistas y demás medios de desplazamiento (patines, monopatines, mono- patines eléctricos, etc.) a circular por las aceras como la vía adecuada para moverse por la villa, en detrimento de los sufridos peatones, invadiendo de éste modo peligrosamente el espacio reservado única y exclusivamente para los peatones, que a la postre son los más débiles. Y deberemos comenzar por afirmar que la acera "es la orilla de la calle, pegada a las edificaciones y particularmente destinada para el tránsito de la gente que va a pié", es decir es un espacio reservado para que los peatones puedan transitar tranquilamente por las calles. Y ahora que se pretende humaniza el centro histórico, con el fin de que los marinenses podamos pasear y disfrutar tranquilamente, es cuando al mismo tiempo se autoriza a ciclistas y demás "rodantes" circular por el espacio reservado a los peatones, muchas veces a excesivas velocidades y con una total y absoluta anarquía, sin respetar al os sufridos viandantes.
Y hacemos este comentario porque últimamente parece que se generaliza esta costumbre y los marinenses expresan sus quejas a este respeto, incluso ya hubo varios accidentes, afortunadamente, y de momento, sin graves consecuencias, pero que en cualquier momento pudiera pasar, Dios no lo quiera. Pues aunque fuera despacio, el solo hecho de chocar con una persona, sobre todo mayor, ya es motivo de que caiga al suelo y pueda golpearse fatalmente, y ya tendríamos una desgracia. Por eso, antes de que esto ocurra, queremos hacer un llamamiento a las autoridades responsables del orden y la seguridad y especialmente a los responsables del tráfico, para que se prohiba la circulación por las aceras de bicicletas y demás artilugios rodantes, por ser un riesgo cierto para los peatones. Como ejemplo podemos citar un accidente en la acera de la avenida de Jaime Janer, que estuvo a punto de ser grave, por el exceso de velocidad del ciclista, al arrollar a una persona que salía del pasadizo de la calle "do Saco", tirándola violentamente al suelo, que al final, que sepamos, se resolvió sin graves heridas.
Por ser los peatones los más indefensos y los más débiles, pedimos que se tomen medidas para ordenar esta circunstancia, porque uno va paseando por la acera ajeno a cualquier irrupción de un vehículo, y por lo tanto siempre lo recibe distraído y sin esperar la embestida de un ciclista, o que lo arrolle violentamente. Por lo tanto el golpe lo recibe inesperadamente y sus consecuencias siempre son peores. Ya está bien que campen por sus respetos por dirección prohibida, que suben bajen de la acera, que crucen por un paso de peatones, etc., pero que utilicen la acera como medio propio, entendemos que es inadmisible. Por lo que los responsables deben administrar las medidas apropiadas para resolver este problema, si no queremos tener algún día una desgracia. La aceras son por y para los peatones.
