Ese viernes nos reunimos pare celebrar el cumpleaños de quien, ya desde los años 60, revolucionó el teatro en Vigo incluso con las piezas más clásicas de teatro, abriendo brecha también con el gallego y el más contemporáneo de entonces, incluido Bretch. Claro, Maximino Keyzán celebraba sus 77 tacos (sí 77, aunque no los aparente) y nos convocó en medio de las aguas, o sea en el restaurante boucense Marina Davila, a 28 de sus fieles. No voy a contar que al llegar allí una confusión informática había anulado la cena, sino que supieron arreglarlo aún estando lleno con una profesionalidad tal que no se notó en absoluto. Yo en mi mesa tenía a Paulino Freire, que sin ser cura es representante de Dios en la Tierra, a la patóloga Nati Alfonsín, a la arquitecta Cristina Cameselle y a su poeta preferido, Manolo Forcadela, al educador físico Ricardo Oliveros, a la inmobiliaria Lourdes Castilla... pero en otras mesas veía al abogado Nemesio Barxa de la mano de Maribel Collazo, al psiquiatra Carlos Soneira, al periodista y académico Francisco Pablos, a la actriz Elena Cáccamo, al actor y cantante Quique Fernández, a la secretaria filarmónica Nieves García-Soto, a la ginecóloga Mercedes Astray... Hermosos centros de flores de la floristería Galería y un menú cuyo eje fue el rape a a plancha sobre rissoto de boletus. Todo muy bien, nos quisimos mucho. y Max, como siempre, sobrio y elegante.

En Goián, de cálida visita

El viernes estuve con el profesor Manolo Forcadela y el sábado estuvimos en Forcadela, la parroquia que le vio nacer en Tomiño. En realidad nos dirigíamos al barrio de Soutelo, donde nacieron los hermanos distribuidores Mino y Tomás Fernández, y Rosendo González, autor de "O tranvía de Soutelo". Teníamos cita allí con Mané Villa y su dueña Dulce Melo, para comer en el Alto da Aldea, ese bucólico furancho de Miguel Amaro, sí, el de la coleta, pero antes hicimos parada en Casa Telleiro, donde tomamos un vinito y un bocatita de carne en su terraza interior tras acceder por una alfombra roja línea festival de cine de San Sebastián puesta por los hermanos Felipe y Cristina Guerreiro, que son los patronos del local, por sabe Dios qué fiesta anterior. Hablando de Dios, le visitamos al lado, en ese santuario de San Campio y San Martín de Figueiró que debe ser la iglesia más cuidada de la España toda, con música ambiente incluso, como un chill out eclesial.

En el Alto da Aldea

En el Alto da Aldea, después, nos esperaban Juan Peixoto, que está en plan de dieta, y su mujer, Nieves Vicente, y allí tuve el placer de hallar con los suyos a María José Bravo Bosch, que lo sabe todo en Derecho Romano y por eso lo enseña en nuestra universidad. Prometo que, en fiambres, el Alto da Aldea, es un vergel en el que todo, carne y vinos, es de la casa. Nos puso en la mesa, el patio exterior, unos inigualables torreznos, salchichón de cabra y cerdo salvaje con jabalí, cabecera de lomo, cabeza de cerdo, empanada de vaca cachena, de millo con xoubas, raxo, zorza...

Y en el Marco, Imaxinasons

Y acordaos, hermanos, que Vigo vive su 13 Festival de Jazz Imaxinasons, y que hoy tenéis a las 11 un taller de voces con Mónica de Nut, en el museo Marco, máximo 30 plazas. A las dos, habrá un "desconcierto de voces" en las escaleras del museo. Toda la semana, música. Buscad el programa.