El matrimonio Poza Pastrana-Méndez Rodríguez perdió la vida en un desgraciado accidente que acaeció en la curva de Combarro, kilómetro 6,350 de la carretera Nacional-550 entre Pontevedra y O Grove, lugar muy conocido por su enorme peligrosidad y auténtico punto negro entonces de la circulación rodada.
El trágico suceso se produjo sobre las cuatro y cuarto de la tarde del domingo 26 de abril de 1971.
El vehículo Seat 1500 conducido por el respetado doctor en dirección a esta ciudad para regresar a su domicilio familiar en compañía de su mujer, resultó envestido frontalmente por un ómnibus de transporte de viajeros que pertenecía a la conocida empresa La Unión y que aquella tarde aciaga cubría un servicio entre Pontevedra y A Armenteira.
El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil acudió pronto al lugar del suceso tras recibir el aviso oportuno. Una primera investigación ocular de los agentes determinó con bastante claridad que el autobús conducido por Desiderio Fariña Fuentes invadió el carril contrario al tratar de tomar la curva pronunciada. Sin duda sorprendido por la inesperada maniobra, el doctor Poza no pudo hacer nada por evitar el choque.
El golpe propinado por el ómnibus fue tan fuerte que lanzó al turismo contra la cuneta, fuera de la carretera. La fotografía de Rafa que publicó Faro al día siguiente sobre el estado del vehículo resultó suficientemente elocuente. La parte del conductor resultó la peor parada, aunque el techo también se hundió sobre los dos ocupantes.
Tanto Isolina Méndez como Celestino Poza recibieron allí mismo auxilio inmediato por parte del conductor y el revisor del autobús, así como algunos vecinos que presenciaron el accidente.
Personados los servicios médicos, enseguida constataron la gravedad de los accidentados. Ella fue trasladada al sanatorio Santa Rita y él al sanatorio Miguel Domínguez. Luego se supo que estaban prácticamente muertos y nada pudieron hacer los respectivos equipos quirúrgicos de ambos centros por salvar las vidas del apreciado matrimonio.
Inicialmente la Guardia Civil de Tráfico observó un fallo mecánico en el ómnibus siniestrado como posible causa del accidente. Eso se dijo en un primer momento y así se reflejó en este periódico tras su multitudinario entierro. Cualquier otro detalle al respecto nunca trascendió y quedó inmerso en el secreto del sumario.
