Boga boga marinero dice la canción pero Boga es también esa revista de bodas nacida en Vigo y dirigida por Concepción Conde que reunió el sábado a unas 200 personas (porque no cabían más) en una cena en el hotel NH cuyos fondos iban en su mayor parte a la lucha contra el cáncer. "Glamour años 50" era su título y ese es el ambiente que diseñó Ana Moreira para la ambientación, con continuos guiños a grandes diseñadores que marcaron época. El hall, al que se accedía por una gran alfombra roja, semejaba unas grandes galerías de esa década, silueteadas por escaparates con vestidos de la época y paparrazis asaltando con sus cámaras a los invitados. Buen rollito, muchas sonrisas, a veces carcajadas arrancadas por la compañía teatral Jammig, encargada de la presentación de esta gala, con caras conocidas como la del actor Llorenc González. Y ya no hablo del baile, que acabó a horas inconfesables.
Los 50 años de Gene y María
¡Qué buenos recuerdos nos traen a muchos Gene Cabaleiro y María José Fernández Lago! ¡Cuántos viajes coincidí con Gene y María cuando él presentaba sus colecciones al calor de Galicia Moda en Madrid, Barcelona o París en aquellos tiempos en que la moda de Galicia se puso de moda y él diseñaba una línea inmensamente creativa con su nombre y otra más asequible que era Daquino! Pues os cuento esto porque Gene y María José celebraron sus bodas de oro -¡ay aquel 1966 en que se casaron!- y lo hicieron en Casa Marco de Vigo con unas 40 personas, sus hijos Nacho, Natalia y David y sus nietos: tres generaciones de Cabaleiros, además de amigos. Todos los que conocemos a esa pareja sabemos que son gente que invirtieron hasta el último aliento por la moda gallega (¡uf, aquella tienda suya en el corazón de París que fuimos a inaugurar con él!) y que conforman un dúo cálido, amigable, bienhumorado y querido. Me dicen que la fiesta terminó con mariachis y apuesto que Gene cantó un corrido. Felicidades. Daremos fotos, ya veréis.
Y una comida en Gondomar
Pero cuando Gene empezaba su fiesta el sábado en Vigo, otros vigueses descansaban de la suya del viernes en las alturas de Gondomar. En realidad no era una fiesta, sino un encuentro de amigos en un mesón al que nunca he ido y me recomiendan encarecidamente, no solo por su estética sino por su ética culinaria, su buena cocina tradicional: Los Castellanos, en Mañufe. Allí se reunieron en torno a un gallo de corral gente de probada virtud como Cheché Rey, el licenciado Morales, Paco Conde, Manolo "Vagalume", J.M. Álvarez Graña, Paty Blanco, Paco Rascado, Manuel Perozo, Pepe Iglesias, Paco "el impresor" Moncho Cachaperín... Yo no pude ir porque estaba de retiro devocional de fin de semana pero me dicen que tan encantados quedaron que Rafael Larriva, otro de los comensales, les cantó emocionado una zarzuela con su voz tenor que fue saludada con salvas y vítores por sus conmilitones culinarios.
