Discurso fácil, dicen sus adeptos. Verborrea, le reprochan sus adversarios. El caso es que el alcalde no deja pasar turno sin intervenir en cada propuesta plenaria, que corrige, matiza, reprocha o replica para poner la guinda. La oposición sospecha que pretende agotar mentalmente a los rivales, aunque también es cierto que algunos no pueden esconder la sonrisa cada vez que Pazos sentencia.
Gestido o el don de la traducción simultánea
Con el edil de Cangas Decide mantiene Pazos engrasada la matraca. Gestido le da argumentos, dice, y el regidor pretende arrastrarlo a las cuerdas con cierto ventajismo, porque es él quien da o quita la palabra, quien puede hacer uso de la última contrarréplica y dar la capotada de desplante. Anteanoche Gestido volvió a intentarlo cambiando del gallego al castellano para hacerse entender. "Sempre lle dá o ataque ás mesmas horas", diagnosticó Pazos.
"Avespa, non a Vespa"
Otro caramelo dialéctico del alcalde para aclarar que de lo que se trataba era de buscar una solución contra la velutina, no para erradicar de Cangas la clásica motito italiana.