Entre las apasionantes novedades que el nuevo "Cosmos" de Neil deGrasse Tyson presenta respecto del original "Cosmos" de Carl Sagan destacan las frecuentes referencias a los tardígrados, unos microscópicos animales -entre 0,1 y 0,2 mm de longitud- que muestran unas increíbles capacidades de supervivencia en los entornos más extremos. Sobreviven en el interior del hielo de los polos y dentro de la lava de los volcanes. Soportan cuatro años sin agua ni alimento. Resisten medios extraordinariamente ácidos y extraordinariamente alcalinos. Llevan en el planeta casi quinientos millones de años, más que la inmensa mayoría de las especies existentes. Soportan seis mil veces más presión atmosférica que usted, y ochocientas veces más radiación que yo. Han demostrado su capacidad de supervivencia en el espacio exterior sin ningún tipo de protección. Han sobrevivido a las cinco extinciones masivas de la historia de la vida. Cuando toda la vida del planeta esté a punto de desaparecer tan solo quedarán las cucarachas; cuando incluso las cucarachas se extingan, seguirán caminando los tardígrados.

El tardígrado de la programación televisiva es "La ruleta de la suerte". Es un programa microscópico e invencible. Con un matiz u otro, lleva veinticinco años entre nosotros. Ha visto aparecer y desaparecer miles de programas. Han nacido, muerto y resucitado cadenas enteras mientras Jorge Fernández sigue sonriendo liderando su franja horaria sin que nadie le preste atención. Los realities pelean furibundos: "La ruleta de la suerte" sobrevive. Llega la edad de oro de las grandes series de televisión: "La ruleta de la suerte" sobrevive. El padre Apeles, Belén Esteban, Paco Marhuenda, "La ruleta de la suerte" sobrevive. En medio del espacio exterior, bajo un holocausto nuclear, en la monarquía o en la república. Cuando toda la televisión que conocemos haya desaparecido tan solo quedará "Saber y ganar"; cuando incluso "Saber y ganar" se haya extinguido del espacio radioeléctrico "La ruleta de la suerte" seguirá girando.