Donde hay fiesta estos días, fratres, es en Villa Pesoe. Sí, sí, recordad, aquella urbanización en A Illa de Arousa donde compraron apartamentos varios poncios soeciatas de aquí y de allá. Y que tanto cirio urbanístico organizó, con acusaciones de favoritismo, porque mientras a otros les obligaban a derribar o les impedían edificar, a los de la soeciatería, amigos y afines, bula. Y ahora resulta que es el gobierno del Lord Mariano el que ratifica el placet contra el que tanto protestaron de aquella los del Pepé. Uf.

En este asunto, la verdad, hay algunas cosas raras que podrían explicar la actitud de algunos soeciatas con respecto a la nueva Ley de Costas. Que ratifica de iure por Rajuá lo que en Villa Pesoe hizo de facto la soeciatería, y que seguramente -si llega a tiempo-, hará lo mismo con otras propiedades de gente pudiente, roja y blanca, condenada a la piqueta. Acaso por eso la citada Ley reformada no es objeto de la furia platafórmica que, en las calles, clama por la igualdad. Uyuyuy...

Por cierto que, hablando del Pesoedegá, ni hay día sin afán ni jornada sin una demostración de la astucia pachista. ¿Recordáis cuando Anacleto os contó lo que de la táctica del aburrimiento y su intento, con el rollo de las primarias ytalytal, para desautorizar cualquier resultado que le pudiese ser desfavorable para sus intereses en un congreso? Pues sus zapadores -un cuerpo de elite, yes- han vuelto a la carga y ya intoxican con un inminente acuerdo con Ferraz street. Ojito.

Avecilla, que no lo desmiente, dice que de haberlo sería in articulo mortis. La de Rubalcaba, que está en las últimas y que ya no se atreve a abrir más frentes. De ahí que Vázquez, que está seguro de ganar esas primarias, obtenga su objetivo principal: hacer ver, si las hay, que es su victoria personal -Pachi I el democratizador- y si no, que existe un complot en las alturas para cerrarle el paso. Y eso es precisamente lo que le dicen a Elena -Valenciano- para que no transijan. Pero la cosa está difícil, y peor todavía tras lo últimos episodios. ¿Capisci...?