De parte de avecilla que os fijéis bien, porque los indicios de que O Noso Presidente se aleja cada día más de una parte de la cúspide del Pepé (E) e incluso de parte del gabinete del Lord Mariano, crecen. El pájaro, que os viene contando de antiguo la -muy- poca química que existe con la sección femenina del partido, y en especial con Marilola -o sea, que prefiere a Esperanza- reitera avisos e incluye, del lado gubernamental, entre los que son mirados de reojo al ministro Montoro. Y otros dos. Uf.

(Contra el ministro de Hacienda no solo murmura el montepío, fratres. También en el Grupo do Morro, o sea, la Cámara galaica del Hórreo, cabreó mucho su referencia a los diputados que no cumplían rigurosamente sus deberes con el fisco. Y eso que no iba por ellos, que sí cumplen lo que se les permite; el problema es que como no renuncian a sus privilegios, legales pero indecentes, tienen mala conciencia -de la buena no les queda- y se sienten aludidos enseguida. Uyuyuy.)

Mientras, en la otra banda -del río-, los que buscan a toda milk un acuerdo son los nacionatas del Benegá. Anacleto cuenta que este weekend hubo xuntanzas de todas las tendencias, unas con pitanza y otras solo con café y chupito, que no está el asunto como para alegrías gastronómicas. La cuestión clave, parece, es qué harán los alcaldes que no son de la U, si se limitarán a pasar del rollo o tomarán iniciativas para encauzar el asunto frente a los radicales. Por difícil que sea.

Ya, ya, el agente sabe que las costumbres culinarias a la hora de los análisis de situación no son propios del Bloque, pero en eso también han cambiado algo las cosas. No abundan, pero si los puntos de vista están demasiado alejados, como es el caso, hay quien trata de acercarlos aunque sea preciso discutir durante horas. Antes, cuando había más control, no era preciso, pero ahora sí, y han comprobado algo que otros ya sabían desde hace tiempo: lo difícil que es llegar a acuerdos en algunas cuestiones importantes si se discute en ayunas. ¿Capisci?