Traumática conspiración

Hallábame yo tomando un refresco en El Capitán -perdonen que me repita pero en eso consiste la plácida vida cotidiana- cuando vi entrar en tropel una miríada (bueno, 12) de humanos de similar factura corporal y estética y un aura semejante, entre médico y nuevo economista. De ellos sólo conocía a Paco Doblas, presidente de los Antiguos Jugadores del Celta, empresario de prótesis médicas pero, antes de nada, patriota asturiano que pasa por hacer una de las 4 fabadas privadas más en competencia en Vigo, en sordo enfrentamiento entre ellos, incluso desprecio culinario en algún caso solapado: además de la de Doblas, la de Pepe Cadavedo, Xosé Luis González y una dama que me callo porque no quiere salir a concurso pero que pinta y vive en el Val Miñor. Pero hablaba de la cena del Capitán y resultó ser que los comensales -como Omar Simón, del Xeral- eran 11 jóvenes apóstoles de la cirugía de la Galicia toda, además de su maestro, el catalán Pedro Foquet -ejerciente en el inglés hospital de Coventry-, del que vinieron a aprender sus enseñanzas sobre cirugía ortopédica, aquí conocidas porque fue él quien operó la cadera a Villa, del Celta. Comieron sobriamente, brindaron por su patrón, creo que San Lucas y no el Dr. House, y al día siguiente presenciaron dos o tres intervenciones del maestro. Si lo supiera hubiera ido a que tal cónclave me sometiera a una revisión.

Memoria militar

¡Ah, la memoria militar, qué inolvidable se hace quieran o no los abolicionistas y pacifistas! Me cuenta Carlos Pérez, superintendente mayor de la Asociación de Antiguos Marineros de la ETEA (Marinetea), que ayer visitó las instalaciones de la ETEA en Vigo el árbitro internacional de fútbol Manuel Enrique Mejuto, que firmó su ingreso en la citada asociación. ¿Y cómo no, si el tesorero, Carlos Rodríguez Collazo, casi tienen que darle un pañuelo para enjuagar sus lágrimas emocionadas recordando el curso de cabo en electricidad y andanzas de la mili allí mismo?

La voz y el violonchelo (2)

Último aviso a quienes conocieron a Emilio Garrido, periodista, en su etapa de Vigo, A Coruña o Valencia con su programa de Radio 3. Hoy es el día que actúa, a las 11, en el Liceum de Porriño aunque él va en realidad de cobertura vocal (leyendo extractos de su novela “Aire de fuga”) del verdadero artista del concierto: Matthieu Saglio, que con su violonchelo ejecuta todo un manifiesto musical que va desde Bach a sonidos y ritmos importados de sus viajes por el mundo, desde los souks del Magreb a los tangos argentinos. Parece que mola.

Un libro del escultor Dobao

Aunque yo tengo de él un hermoso antebrazo marmóreo en cuyos dedos tengo que evitar que mi dueña meta su anillería, el escultor Pedro Dobao no suele utilizar los espacios cerrados para sus obras de arte ya que, con el paso del tiempo, se han ido situando con gran formato en los paisajes de distintas urbes y parroquias. Lo recuerdo ahora porque el otro día no pude asistir a la presentación del libro sobre su vida que le editó la Diputación. La vida de un tipo de origen muy humilde que nació en Valdeorras, quiso ser artista y lo consiguió.