Solas y mayores

El artista santiagués Manuel Eirís inauguró un proyecto en el museo MARCO que incluye una casa del barrio viejo, en Palma, buscando en ella huellas de una presencia anterior. Yo viví ahí. Cada piso tiene el espíritu de quienes lo habitaron y la vivienda que se incendió hace unos días en Baixada a Pescadería,esa plazuela en que acaba la calle Cárcere Vella, la más estrecha de Vigo, guarda toda la vida de Amelia Ibias “Melita”,en este momento, en un asilo pontevedrés, a la que le han ocultado que el espacio físico de su memoria de toda la vida lo han devorado las llamas. A Melita, que trabajó muchos años en El Mosquito, la encontró uno la noche de Reyes tirada ante su casa por una caída. Sus piernas no pudieron subir los escalones de su casa. Con Melita funcionaron con eficacia los servicios de Asistencia Social del Ayuntamiento de Vigo (por eso no fueron noticia, porque lo hicieron bien) y hoy tiene una plaza en una residencia que oculto. Si Melita, a la que le recuerdo una tía tan altísima como ella que fue modelo del Louvre de Vigo, no llega a tener aquel accidente de Reyes en que le socorrimos, hoy estaría muerta: se hubiera quemado en su casa. ¿Cuántas de su edad están en riesgo,solas, en el barrio viejo?

Corín Tellado en Vigo

Con 4000 títulos a sus espaldas se nos fue hace unos días Corín Tellado, dicen que la autora más vendida en lengua castellana después de Cervantes. Uno la trae a colación porque recuerda ese mes de abril de 1997 en que vino a Vigo y cumplía 71 años. ¡Cuán fugaz es el tiempo! Fue invitada por la peña APQ (Asturias Patria Querida) que preside Pepe Cadavedo a la cena anual en la que entregaba la “insignia de oro y brillantes” de esta asociación, que lleva unos años en “stand by”. Celebrada en el extinto restaurante El Castillo, estaba allí también el alcalde vigués Manolo Pérez y Pepe Domingo Castaño, que le dedicó sobre la marcha un verso admirativo tras ser presentada a los 60 o 70 comensales por el radiofónico Beni García. Según afirmó ella era su primera vez en Vigo (y debió ser la única) y a punto estuvo de no venir porque, sometida a diálisis tres veces por semana, su médico le había aconsejado que desistiera del viaje. Al final decidió hacerlo, tras leer que otros coterráneos suyos como Sabino Fernández Campo, Víctor Manuel, Gonzalo Suárez... habían recibido tal medalla en cenas anteriores.

Cuentos imposibles

Tengo mi mesa llena de papeles y habitada cada día por periódicos porque a esa cultura impresa pertenezco y preciso de su tacto y su olor entre las manos. No por ello, sin embargo, dejo de dar leves paseos por eso que ahora llaman blogosfera y, por fin, conozco el blog del publicista vigués Víctor González: Otros cuentos imposibles. ¡Pardiez, qué estilosos y cultos sus apuntes literarios! A Víctor, que publicó en Anaya “El río que se secaba los jueves” y forma con Manuela Soto la olívica agencia Fusión Servicios, lo conocí el pasado siglo como creativo y fotógrafo en la Galicia Moda de Luis Carballo y siempre apuntó a la sutileza. Fue allí, por cierto, donde conocí también al pintor de aquí Ángel Cerviño, que igualmente me asombró hace un año con la altura estilística de un libro: “Kamasutra para Hansel y Gretel”. Ambos son finos estilistas.