Tanto la división en tres subtramos con otras tantas adjudicaciones, como el trazado definitivo sobre el que se desdoblará el Corredor para construir la autovía de O Morrazo fue aprobado por el gobierno gallego en el año 2013. Con esta decisión se pretendía atajar los inconvenientes de los procesos de licitación anteriores que resultaban demasiado costosos y poco atractivos para las empresas constructoras. Eso sí, el nuevo trazado escogido implicaba expropiar más terrenos, como quedó patente en los tres subtramos.

Estos ajustes de diseño en planta y en alzado permitieron, por otro lado, minimizar los movimientos de tierras, compensando en lo posible el volumen de desmonte con el de terraplén, por lo que se reutiliza buena parte de la piedra extraída con las explosiones.

En el tercer subtramo se mantiene la solución de alternar el desdoblamiento por el margen derecho e izquierdo según el punto, buscando el mayor aprovechamiento posible de la calzada existente y un menor impacto visual.

En estos momentos ambos tramos en obras están muy avanzados. El primero, en Domaio, debería finalizar a finales del presente año. El único punto sin obras es el del túnel de Montealegre, pues la Xunta trata de estudiar una alternativa que evite nuevas afecciones al yacimiento castreño después de las protestas de vecinos de Domaio y del Concello. En total la futura autovía supone una inversión de 55 millones de euros.