La situación actual del cobro del IBI de Cangas hace más difícil que el Concello recupere la gestión catastral, tal y como acordó el gobierno en un pleno municipal, que después fue revocado. La intención era que esa gestión pasara a manos municipales y se pretendía dar formación a los empleados municipales para que pudieran atender este tipo de asuntos, como ayer lo recordaba Mariano Abalo. Pero todos los problemas derivados de al regularización catastral hacen que siga el ORAL asumiendo esta función, que para Mariano Abalo era un reto que se realizara por el propio servicio municipal, a pesar de que el plan de ajuste impide nuevas contrataciones y las jubilaciones llegan a tropeles en los últimos dos años.

Hay que recordar que la citada propuesta de municipalizar la gestión catastral contó con los votos a favor de PSOE, mientras que Cangas Decide y Partido Popular optaron por la abstención.

El ORAL seguirá hasta el año 2018 con la gestión catastral, un año antes de que finalice este mandato. También tiene mucho que ver el hecho de que el ORAL está ahora en manos de un gobierno amigo, ya que es un organismo que depende de la Diputación de Pontevedra, con la que se supone el Concello de Cangas tiene ahora muy buenas relaciones, a pesar de los problemas que sus obras están causando en la población local.