Una de las familias que más problemas tiene en el barrio de Teis con el ruido de la AP-9 es la que encabezan Carmen y Manuel. Ambos, jubilados ya, conviven con sus dos hijos, sus respectivas parejas y dos nietos en una vivienda que está a escasos metros de la autopista.

"A partir de las cinco y media de la madrugada es muy difícil dormir ya que es cuando comienzan a pasar los camiones por la carretera y al estar toda la zona tranquila, se les escucha como si pasaran por el pasillo que tenemos a la salida de nuestra habitación", denuncia Carmen, que lleva ya tres décadas soportando estos ruidos.

El matrimonio comenzó a vivir en su actual vivienda de la calle Boán hace más de cuatro décadas, por lo que residían en la zona varios años antes que los primeros vehículos estrenaran la autopista. "Nosotros estábamos aquí antes, y ya nos quisieron echar de nuestra propia casa", reclama Manuel, que ya tuvo varios juicios con los responsables de la autopista.

El matrimonio no espera, después de tantos años, que les solucionen el problema del ruido que ocasionan los vehículos al pasar. "Si no lo han hecho hasta ahora, no lo van a hacer en el futuro", señalan apesadumbrados.

Patricia y Natalia son madre e hija que viven a escasos metros de donde a diario pasan miles de vehículos a altas velocidades. "Después de varios meses te acostumbras al ruido, aunque al principio es muy molesto y te acabas desesperando", señala la progenitora. Ambas viven con sus cuatro perros en una vivienda de dos pisos, y es en el de arriba donde más sufren los problemas del tráfico de la autopista. "Arriba está menos protegida la casa y, en verano, que tenemos que tener las ventanas abiertas por el calor, sí escuchamos los coches y los camiones como si nos pasaran al lado", señala Natalia.

Ambas viven de alquiler, y tiene claro que si el problema de la contaminación acústica va a más, cambiarán de domicilio. "Nosotras tenemos esa ventaja, que si vemos que empeora la situación nos podemos cambiar de casa. El problema es de los residentes, que lo tienen todo aquí y a los que no les dan una solución", denuncia.

Ambas tienen claro que ni los actuales dueños de la autopista, ni los futuros si cambia de manos, harán nada por solucionar el asunto del ruido. "Si no han invertido hasta ahora en paneles, los nuevos dueños, si llegan, tampoco lo van a hacer", indican.

Guillermo vive con su mujer, su hija y su perro "Caos" en una vivienda con terraza de la calle Boán, desde donde ve pasar los coches de la autopista, los cuales siente desde el interior de su domicilio. "Es habitual que la casa tiemble cuando pasa por aquí un camión de grandes dimensiones, y pasan muchos a lo largo del día", denuncian.

El vecino de Teis ya no se cree las promesas que hacen desde las instituciones prometiendo soluciones para los inquilinos de las viviendas cercanas a la autopista. "Lo único cierto es que hay muchas promesas y muy pocas realidades. Yo no sé quien tiene que ocuparse del problema, pero está claro que no lo ha hecho, que no lo está haciendo y no tiene pinta de que lo vaya a hacer", denuncia.

Su hija, que tiene su habitación en la parte de arriba, señala la incomodidad que supone vivir tan cerca de la autopista. "No puedes ni leer un libro en la terraza, y si quieres ver la televisión, tienes que tener el volumen muy alto", indica.