El líder norcoreano, Kim Jong-un, instó ayer a su país a producir masivamente cabezas nucleares y misiles, en un mensaje de Año Nuevo en el que reafirmó su voluntad de llevar a buen puerto sus ambiciones militares. Pyongyang intensificó en 2017 sus programas nuclear y balístico, a pesar de las múltiples sanciones de la ONU y de la retórica cada vez más amenazante de EE UU desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.

Kim, que aseguró tener siempre el botón nuclear en su oficina, ordenó en septiembre el sexto ensayo atómico norcoreano, el más potente hasta la fecha. El dictador se jactó en su discurso de ayer de que EE UU no podrá lanzar una guerra contra Corea del Norte, ya que está en el radio de alcance del arsenal atómico de Pyongyang.