La ultraderechista AfD sacó ayer a la luz con todo estruendo la profunda división que recorre sus filas desde hace meses. Durante una rueda de prensa conjunta de la cúpula del partido para celebrar los resultados de las legislativas del domingo, la copresidenta del partido y líder de su facción más moderada, Frauke Petry, anunció por sorpresa, sin habérselo comunicado antes a sus compañeros, que no se integrará en el grupo parlamentario y que permanecerá como independiente en el Bundestag. Se desconoce si algunos de los 94 parlamentarios de la AfD la seguirán en su iniciativa.

Petry, que provocó escenas de desconcierto en la rueda de prensa, anunció que "hay diferencias abiertas en la AfD", por lo que, dijo, "creo que no debemos callarnos como tumbas". Lamentó que la formación se haya convertido en las últimas semanas como un "partido anárquico". A continuación, se levantó sin admitir preguntas y declaró su intención de liderar un "nuevo comienzo conservador".