La plaza del Carmen de As Pontes (A Coruña) acogió un acto de homenaje a su exvecino Ignacio Echeverría, durante el cual se guardó un minuto de silencio y se escuchó la canción "Negra sombra", basada en un poema de Rosalía de Castro.

El alcalde y presidente de la Diputación coruñesa, Valentín González Formoso, presidió la cita. Dirigentes de la comarca, una representación de la embajada de Reino Unido en España, colectivos sociales y ciudadanos se sumaron al evento.

El regidor leyó un manifiesto, con el cual el Ayuntamiento pontés mostró su solidaridad con familia y allegados de Echeverría, fallecido en el atentado del pasado fin de semana en Londres. La de ayer sábado fue la tercera y última jornada de luto oficial en el municipio.

El consistorio valoró el hecho de que pagase "su heroísmo con su propia vida" y ha reiterado el "rechazo a cualquier forma de terrorismo". Junto a esta concentración, la localidad extenderá el homenaje a Echeverría otorgando su nombre al parque próximo a la que fue su vivienda, situado en el Poboado do Anguieiro.

El fallecido residió en As Pontes durante la estancia laboral de su padre en la central térmica de Endesa ubicada en el municipio y cursó estudios en una escuela infantil y en el colegio de A Magdalena.

Mientras, la familia de Echeverría agradecía a través de las redes sociales los distintos homenajes que se han hecho en recuerdo de su hermano.

"Gracias a todos, hoy [por ayer] aterrizamos. Ha sido posible. Podéis venir a acompañarnos con Ignacio", escribió en la redes sociales Ana Echeverría, la hermana del "héroe del monopatín", unas horas antes de que el avión con los restos de su hermano aterrizase en Madrid. Finalizada así una semana de tortura y dolor para una familia que, ya en Las Rozas, confesaba sentirse "abrumada" por la ola de solidaridad que ha despertado el gesto de Ignacio Echeverría.

A lo largo de esta semana han sido numerosos los testimonios que han dado cuenta de la personalidad de Echeverría, un tipo con un doble título de Derecho, por Madrid y la Sorbona. Quizá quien mejor le han descrito son sus hermanos. "Era valiente. Y peleón. Y buenísimo", dejó escrito su hermana Ana. "Solo tenía ojos para sus sobrinos", añadía por su parte su hermano Joaquín. Era una persona realmente familiar, como prueba el hecho de que tuviese colgadas, en una de las paredes de su apartamento en Londres, las fotos de sus sobrinos, hermanos y padres.