Dos bombas estallaron ayer en Hua Hin, un complejo turístico de Tailandia, dejando al menos una mujer muerta y una decena de heridos, varios de ellos graves, entre los que figuran ciudadanos extranjeros, según informó la Policía local. Aunque los atentados son frecuentes en las tres provincias del sur de Tailandia, donde hay insurgencia islamista, es raro que alcancen las zonas turísticas.