El candidato republicano a la Presidencia de EE UU, Donald Trump, prometió ayer en Detroit -capital de la maltrecha industria automovilística estadounidense- "la mayor revolución fiscal en el país desde los mandatos del expresidente Ronald Reagan" (1981-1989) con una importante rebaja impositiva para las clases medias y "recortes masivos" de las regulaciones federales.

"Hoy (por ayer) comenzamos una gran conversación nacional sobre la renovación económica de Estados Unidos", afirmó Trump en el inicio de su intervención en el Club Económico de Detroit (Michigan). Trump subrayó que Detroit, centro de la industria automovilística estadounidense y una de las ciudades más afectadas por la crisis de 2008, "es el vivo ejemplo de la agenda económica fracasada de mi rival", en alusión a Hillary Clinton y su Partido Demócrata.

El magnate neoyorquino anunció un plan económico que incluye "rebajas de impuestos para la clase media" y "recortes masivos" de las regulaciones federales, e insistió en su intención de renegociar los acuerdos comerciales internacionales suscritos por EE UU.

"Se trata de la mayor revolución fiscal desde Ronald Reagan", recalcó el multimillonario sobre sus propuestas impositivas. En concreto, Trump citó como principales medidas la eliminación del impuesto de sucesiones, la reducción de la tasa a las empresas estadounidenses al 15 % desde el actual 35 %, y la desgravación de los gastos por el cuidado de hijos, Rebajaría y simplificaría también el impuesto individual de ingreso. De los siete rangos actuales, se pasaría a solo tres: 12 %, 25 % y 33 %.

Durante su discurso, que dio tras ser precedido por su candidato a la Vicepresidencia, el gobernador de Indiana Mike Pence, Trump fue interrumpido por manifestantes más de diez veces.

Entre tanto, Evan McMullin, antiguo agente de la CIA y ex director general de la Conferencia Republicana en la Cámara de Representantes, anunció ayer una candidatura independiente alternativa.