La incertidumbre se apoderó ayer de los ciudadanos españoles en Turquía. Si las noticias llegaban a cuentagotas a España, en el aeropuerto Ataturk en Estambul reinaba la desinformación. Los viajeros se sorprendieron cuando las pantallas se quedaron sin información, así fue como se dieron cuenta de que algo estaba pasando. En la medianoche de ayer FARO logró contactar con Julián Jiménez, español que salió de Madrid-Barajas con destino a Kuala Lumpur. Hacía escala en el aeropuerto de Estambul y nada más bajar del avión se percató de que había una situación anómala.

"Al llegar a la terminal me di cuenta de que no había información en las pantallas. Yo estaba pendiente porque estoy en tránsito. Lo primero que pensé fue que había un atentado".

Julián se encontraba en la zona de duty free y poco a poco se fue enterando de que había un golpe de Estado.

"No tenemos información oficial. Sabemos que los militares contrarios a Erdogan han tomado el exterior del aeropuerto", relata después de haber pasado un momento de tensión terrible.

"De repente la gente empezó a correr y moverse. A mí, un empleado del aeropuerto me agarró y me metió en un cuarto".

La calma se fue recuperando y pudieron salir de la habitación. Al cierre de esta edición, Julián Jiménez y sus compañeros de vuelo se encontraban bien, aunque alarmados porque a la una de la madrugada, hora española, los militares comenzaron a entrar en las instalaciones, "la confusión es total porque los militares no llevan uniforme, van de paisano", relató.

Según avanzó el Ministerio de Asuntos Exteriores unos 1.500 ciudadanos con nacionalidad española residen de manera permanente en Turquía. A esta cifra, hay que añadir a los turistas y a los viajeros que se han visto afectados por el paro de los vuelos.