Es, quizás, uno de los aspectos más desconocidos de la normativa laboral en los países miembros de la UE. Que algunos de los logros más importantes para la estabilidad de los trabajadores proceden de directivas comunitarias y la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). "Hablamos del límite al encadenamiento de contratos temporales o el despido por fraude de ley, por poner solo dos ejemplos", apunta Fabián Valero, abogado vigués especializado en derecho laboral y del empleado público y director de Zeres Abogados. "Es el problema -asegura, ante el resultado del Brexit- de tomar decisiones sin toda la información".

"A la UE europea se le puede criticar muchas cosas, pero desde luego ha estado construyendo un marco estable en la regulación laboral", insiste Valero. A la espera de cómo el Reino Unido hilvana la desconexión, lo cierto es que todas estas directivas y sentencias dejan de tener validez en su territorio y le corresponderá al país consolidar la regulación. El amparo del TJUE, "del que han salido importantes resoluciones para los consumidores, como fue con las preferentes", como recuerda el abogado vigués, eso sí que queda fuera del alcance de los trabajadores británicos.

A 1 de enero de 2016, en el Reino Unido vivían, según el padrón de españoles residentes en el extranjero, un total de 13.362 gallegos. El número no dejó de crecer en los últimos años. Un 22% más que en 2009. Para ellos y para todos los que piensen en irse queda la duda de si el país implantará un visado o permiso de residencia con trabajo.