El presidente de EE UU, Barack Obama, alertó ayer en Washington de que el terrorismo nuclear todavía es una amenaza, e indicó que organizaciones como Al Qaeda o el Estado Islámico siguen intentando hacerse con arsenales atómicos. Obama pronunció estas palabras en su discurso de inauguración de la Cumbre de Seguridad Nuclear, que reúne en la capital de EE UU a dirigentes de más de 50 países y que se centra en el debate de las medidas para evitar que los materiales necesarios para construir un arma atómica, o en su defecto, una "bomba sucia", caigan en manos de grupos terroristas.

Obama se reunió el jueves, poco antes de la cena que sirvió de antesala a la cumbre, con su homólogo de China, Xi Jinping, a quien instó a resolver "pacíficamente" sus disputas marítimas con los países vecinos y a mantener la libertad de navegación en la región, en alusión con Japón en torno al mar de China Meridional.

La tensión no cesa en ese área, donde ayer Corea del Norte hizo un nuevo desafío al lanzar un misil antiaéreo hacia el mar del Japón. El misil recorrió unos 100 kilómetros hasta caer al mar. El régimen de Pyongyang procedió a otros cinco lanzamientos el pasado mes de marzo. El embajador ruso ante la Agencia Atómica alertó horas después sobre el peligro que reviste la península de Corea, donde, según Moscú, es "absolutamente real" la amenaza de un conflicto nuclear. El diplomático consideró prioritario reanudar las negociaciones a seis bandas -China, EE UU, Japón, Rusia y ambas Coreas- sobre el programa nuclear coreano.