El primer ministro de Portugal, el socialista Antonio Costa, cargó ayer contra la Troika que supervisó el rescate financiero entre 2011 y 2014 por haber pasado por alto los graves problemas del sector bancario del país. En una entrevista en el "Jornal de Noticias", el jefe del Gobierno considera que el ente que formaban la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional "perdió mucho tiempo mirando en las juntas de distrito, en los municipios y la administración central de Estado, cuando lo que debería de haber vigilado bien era la salud del sistema financiero".

"Desde que salió la Troika, en mayo del año pasado, tuvimos dos graves problemas bancarios, lo que significa que no se miró donde se debía", aseguró Costa en referencia a los casos del Banco Espíritu Santo (BES) y el Banco Internacional de Funchal (Banif).

Sobre su gestión como primer ministro, un cargo que asumió hace casi un mes, se comprometió a continuar revertiendo las principales medidas de austeridad aprobadas durante los últimos años y se mostró seguro de que la negociación con los nuevos dueños de la aerolínea TAP para que la mayoría del capital vuelva a ser público llegará a buen puerto.