El Papa condenó ayer de nuevo los atentados de París "con vigor" y afirmó que "usar el nombre de Dios para justificar esta masacre es blasfemia" durante el ángelus del domingo. "Tanta barbarie nos deja consternados y nos pregunta cómo el corazón del hombre puede idear y realizar eventos así de horribles, que han conmocionado no solo Francia sino al mundo entero. Ante tales actos intolerables solo se puede condenar la afrenta incalificable a la dignidad humana", afirmó Francisco.

El pontífice aseveró que "el camino de la violencia y el odio no resuelve los problemas de la humanidad" y expresó asimismo su profundo dolor por los ataques terroristas que en la noche del viernes ensangrentaron Francia, causando numerosas víctimas. Se dirigió al presidente de la República francesa, François Hollande, y a todos los ciudadanos franceses a quienes expresó su "profunda condolencia". "Estoy cercano, en particular, a los familiares de los que han perdido la vida y a los heridos", señaló.

Además, invitó a los fieles a unirse en oración. "Que la Virgen María, Madre misericordia, suscite en nuestros corazones pensamientos de sabiduría y paz. A ella le pedimos proteger y vigilar la querida nación francesa, Europa y el mundo entero", exhortó finalmente.