Alrededor de 15.000 solicitantes de asilo llegaron el pasado fin de semana desde Austria a Baviera, en el sur de Alemania, el feudo de la socialcristiana CSU, muy crítica con la política de puertas abiertas de la canciller Merkel.

Fuentes del ministerio del Interior afirmaron que esperan que la presión se mantenga en los próximos días, ante la afluencia de refugiados que sigue registrándose en la denominada ruta de los Balcanes, con destino de Alemania. El sábado cruzaron la frontera desde Austria 6.000 inmigrantes y el domingo la cifra aumentó hasta los 9.000.

Mientras, la gran coalición que gobierna Alemania sigue debatiendo una propuesta defendida por los conservadores para crear "zonas de tránsito" cerca de las fronteras, en las que los solicitantes de asilo con pocas perspectivas de quedarse esperarían la resolución de sus expedientes antes de ser expulsados.

Las negociaciones continúan ante los recelos de los socialdemócratas, que advierten del riesgo de que esas "zonas", similares a las existentes en los aeropuertos, sean centros de detención.