La justicia francesa parece próxima a interrogar al expresidente Nicolas Sarkozy sobre los casos de financiación irregular que le acosan. Su abogado, Thierry Herzog, y dos jueces del Tribunal Supremo, Gilbert Azibert y Patrick Sassoust, fueron detenidos ayer para que declararan sobre el alcance de la red de espías que el exmandatario tenía en la más alta magistratura para seguir de cerca los procesos judiciales abiertos en su contra.

La Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales, ante la que ayer depusieron Azibert y Sassoust, cree que ambos jueces formaban parte de la red de informantes de Sarkozy descubierta a finales de 2013 gracias a unas escuchas judiciales.

En concreto, el que fuera presidente de Francia entre 2007 y 2012 se valió de informantes como Azibert para estar al tanto de los progresos de los investigadores en el denominado "caso Bettencourt", un sumario en el que se indaga si el ex jefe de Estado se benefició de sustanciosos donativos de la heredera del imperio cosmético L'Oreal, Liliane Bettencourt, a su partido, la UMP, durante la campaña de las presidenciales de 2007, en las que Sarkozy venció a la socialista Ségolène Royal. Pero éste no es el único caso que preocupa a Sarkozy, pues la justicia francesa también investiga si obtuvo financiación para esa misma campaña del líder libio Muamar Gadafi.

Además, el expresidente tiene abierto un tercer sumario sobre la indemnización que el empresario Bernard Tapie percibió del Estado a raíz de una venta; un caso en el que también está implicada la actual directora gerente del FMI, Christine Lagarde, que fue ministra de Economía con Sarkozy.

De Gilbert Azibert, cercano al letrado del expresidente de la República, se sospecha que recababa información de consejeros del Supremo sobre los avances en las investigaciones abiertas contra Sarkozy. La relación de Azibert con Herzog es la clave del asunto, pues meses atrás los medios franceses difundieron la hipótesis de que el magistrado hizo estas pesquisas entre para obtener un puesto en la administración de Mónaco.