La huelga general convocada el jueves en Argentina por varios sindicatos opositores al Gobierno de Cristina Fernández tuvo un seguimiento masivo en todo el país. Las centrales sindicales opositoras desafiaron a Fernández mientras su popularidad se debilita a merced de una inflación galopante que golpea el poder adquisitivo de la población. La huelga, con consignas contra "el ajuste, la inflación y la inseguridad" reinante en el país, provocó numerosos incidentes, saldados con varios heridos y también con detenciones.