El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, han subrayado este lunes la necesidad de encontrar una solución pacífica para el conflicto sirio mientras se investiga el posible uso de armas químicas.

"Seguiremos trabajando para aclarar los hechos en torno al uso de armas químicas en Siria y serán estos hechos los que determinen nuestros siguientes pasos", ha explicado Obama en una rueda de prensa junto a Cameron, que ha visitado la Casa Blanca. El mandatario norteamericano ha reclamado el fin de la "terrible violencia" que asola Siria desde hace dos años.

Por su parte, Cameron ha instado a aprovechar la "ventana de oportunidad" abierta en la comunidad internacional antes de que se cumplan los "peores temores" sobre la guerra.

Ambos dirigentes han reiterado su compromiso con el pueblo sirio, que pasa por aumentar el envío de ayuda humanitaria e impulsar la creación de un Gobierno de transición alternativo al de Bashar al Assad.

Esta "transición política" debería respetar los "intereses" de todos los grupos dentro de Siria para "estabilizar la situación", según Obama. "No sólo sería bueno para nosotros, también para todo el mundo", ha explicado, para acto seguido citar entre los "grandes desafíos" a tener en cuenta la implicación de otros países y de "actores no estatales" como Hezbolá.

El 'premier' británico ha anunciado que, en el plazo de un año, su Gobierno doblará la ayuda no letal que actualmente envía a la oposición siria. Cameron ha matizado, sin embargo, que no hay ninguna decisión tomada respecto a la posible entrega de armas.

En este sentido, ha considerado que el envío de ayuda a la oposición es clave para evitar el auge del extremismo pero ha limitado esta colaboración a asistencia técnica y a equipos no susceptibles de ser utilizados en la lucha armada contra el régimen de Al Assad.

Durante su visita a Washington, Cameron también ha abierto la puerta a la "intensificación de medidas" si se confirma el uso de armamento químico. En declaraciones a la radio estatal NPR, ha apuntado que "cada vez hay más pruebas" y "el margen para las dudas es cada vez menor".

Estados Unidos y Rusia acordaron la semana pasada la próxima celebración de una cumbre internacional centrada en el tema sirio y heredera de la que tuvo lugar en junio de 2012 en Ginebra. Moscú y Washington se han marcado como objetivo que las dos partes pacten el fin de la guerra con un acuerdo político.

Pese a que llegó a barajarse mayo como fecha de celebración, la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki, ha sugerido en una comparecencia ante los medios que la cumbre podría aplazarse a primeros de junio. "No tengo una fecha exacta de momento", ha apostillado.

Obama ha destacado la importancia de esta cumbre para "acercar a los representantes del régimen y de la oposición" y concluir el "traspaso del poder".