El Gobierno de Corea del Norte declaró ayer que tanto el armisticio que puso fin a la guerra de 1950-1953 como el pacto de no agresión entre las dos Coreas "ya no son válidos" y, en consecuencia, tiene las manos libres para llevar a cabo "represalias despiadadas" en respuesta a las maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos y a las sanciones aprobadas en el Consejo de Seguridad de la ONU tras su reciente ensayo nuclear.

Según el Ministerio de Defensa norcoreano, las maniobras conjuntas son un ensayo general de EE UU y Corea del Sur para atacar al Norte con armas nucleares. El ministerio anunció que Pyongyang nunca renunciará a sus armas nucleares, que estima fundamentales para la preservación de la paz y como fuerza disuasoria ante agresiones extranjeras. El comunicado del Ministerio atacó también el "frenesí belicista" de la actual presidenta del Sur, Park Geun Hye.