Los cuatro responsables del asesinato de 13 marineros chinos el año pasado en el río Mekong han sido ejecutados en las últimas horas en la provincia de Yunan (sur de China) tras haber sido obligados a comparecer ante las cámaras de televisión, lo cual varios activistas pro Derechos Humanos chinos han calificado de acto ilegal e "insulto a la dignidad".

El birmano Naw Kham, antiguo señor de la guerra del sudeste asiático, y tres cómplices fueron ajusticiados por inyección letal en la ciudad de Kunming, pero antes fueron obligados a comparecer encadenados ante las cámaras durante dos horas de camino al autobús que les llevaría al lugar de su ejecución.

"La retransmisión en directo", declaró el abogado pro derechos humanos Liu Xiaoyuan, supone una violación, "del artículo 252 de la Ley de Procedimiento Criminal de la República Popular de China, que estipula que un criminal que se enfrenta a la pena de muerte no puede ser exhibido en público".

La televisión china divulgó ayer una entrevista con Naw Kham en la que aseguraba echar de menos a su madre y a sus hijos. La agencia oficial china, Xinhua, ha llegado a publicar incluso en su cuenta de Twitter una imagen de Naw con las manos unidas delante de su rostro. El medio asegura que los derechos de los ejecutados "se respetaron por completo" durante su estancia en el corredor de la muerte".

El activista, no obstante, recordó que el Tribunal Supremo Chino prohíbe terminantemente "el insulto a la dignidad de una persona", del que la retransmisión realizada por la cadena estatal China Central Television es claro ejemplo, según declaraciones a Reuters.

El del Mekong fue uno de los asaltos más sangrientos perpetrados contra ciudadanos chinos fuera de las fronteras del país asiático; un ataque contra dos barcos de carga que navegaban por la peligrosa región del Tríangulo Dorado donde se encuentran Laos, Birmania y Tailandia, conocida por tratarse de uno de los núcleos mundiales del tráfico de drogas.

China sospecha que el ataque tuvo lugar con la cooperación de soldados tailandeses que rodearon los dos barcos cuando atravesaron la frontera fluvial de este país.

Los otros ejecutados han sido identificados por Xinhua como Hsang Kham, de Tailandia; Zha Xika, de Laos y Yi Lai, declarado apátrida. El grupo fue arrestado en Laos y llevado a China en mayo del año pasado. En noviembre fueron declarados finalmente culpables de homicidio intencionado, tráfico de drogas, secuestro y robo de cargamento.