El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, apuntó hoy la posibilidad de que el vertido en el Golfo de México puede deberse a "un error humano" o a las "chapuzas peligrosas" por las que optaron algunas empresas, que pusieron en riesgo "la seguridad".

"La catástrofe que tiene lugar en el Golfo ahora mismo puede acabar demostrándose que ha sido resultado de un error humano, o de empresas que optaron por chapuzas peligrosas que pusieron en peligro la seguridad", afirma Obama en el discurso que pronunciará hoy en la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, y del que la Casa Blanca ya ha facilitado extractos.

El pasado fin de semana, el diario The New York Times publicó que la empresa responsable del vertido, British Petroleum (BP), ya arrastraba desde 2009 preocupaciones sobre la seguridad del pozo, en particular la válvula que debía cerrarlo en caso de accidente -y que no funcionó en abril- y la envoltura de las tuberías.

Para el presidente estadounidense, el vertido, que ya dura más de seis semanas, se ha convertido en un gran quebradero de cabeza y arrecian las críticas contra el modo en que el Gobierno ha gestionado el problema.

Obama indica, en su discurso, que el derrame pone de manifiesto los peligros que representa la perforación petrolera en aguas profundas, "unos riesgos que van a aumentar a medida que se haga más difícil la extracción" de crudo y, por ello, insiste, su país debe insistir en la búsqueda de energías alternativas.

El mandatario estadounidense admite que el proyecto de ley que maneja el Senado sobre Energía y Cambio Climático, y patrocinado por dos legisladores demócratas, no cuenta por ahora con los votos necesarios para su aprobación, pero se compromete a conseguirlos en los próximos meses.

"Defenderé un futuro de energías limpias donde pueda y colaboraré con cualquiera del partido que sea para sacarlo adelante", asegura.

La marea negra se ha extendido por la cuenca del golfo, llegando a las costas de los estados de Luisiana, Alabama y Misisipi, desde que la plataforma Deepwater Horizon, operada por BP, sufrió un accidente y se hundió el 20 de abril, cuando causó la muerte de once trabajadores.