Soy un ser humano y al tiempo de pedir perdón quiero ratificar que mi versión será siempre la verdad", dijo Lugo en una rueda prensa, pocos días después de reconocer como hijo a un niño de dos años y al afrontar ahora otras dos denuncias.

El ex obispo se declaró "persona humana imperfecta, fruto de procesos históricos, perfil de mi cultura".

Y agregó que "asumiré con todas las responsabilidades presentes y futuras aquellas situaciones que me conciernen no solo con la actitud de respeto a la justicia o la verdad, sino con la multiplicación de afecto y atención".

El gobernante argumentó que "en esta tormenta de alusiones hacia mi persona he decidido responder con la prudencia, que no es lo mismo que ocultar información o eludirla".

En cuanto a las chanzas y burlas que han motivado el escándalo en la prensa y en la población, el jefe de Estado señaló que "quiero dejar expresado que la caracterización que se realiza sobre mi persona no se ajusta a mi actitud siempre dispuesta a servir y compartir".

Fernando Lugo, que renunció a fines de 2006 a su condición religiosa para dedicarse a la política, sostuvo que la situación que afronta pertenece al ámbito de su vida privada y que "la confesión la hago con mis confesores".

El gobernante explicó que en lo que "atañe a mi vida privada" seguirá "tres criterios: la colaboración con la Justicia, la verdad hasta el final y en tercer lugar, mi abogado será su interlocutor en estos casos ante la Justicia y la prensa".

Tras insistir en que esclarecerá la situación en torno a las demandas, aseguró que tiene la intención de cumplir con su mandato, iniciado el 15 de agosto del 2008 y que concluirá en 2013.

El gobernante aseguró que "de ninguna manera permitiré que estas circunstancias afecten en lo mínimo acciones de interés nacional" o que obstaculicen la puesta en marcha de "grandes planes y proyectos que marcan el paso de un Paraguay soñado por todos y todas".

"Además, por la propia responsabilidad de gestión promoveré una dramática protección de esfuerzos de todas las cuestiones relativas a la maternidad, niñez, mujer, en el enfoque de nuestras acciones de gobierno", anunció.

El escándalo que afronta el jefe de Estado ha motivado un debate público sobre el riesgo de que sea sometido a un juicio político.

En este sentido, el senador del oficialista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Alfredo Luis Jaeggli, de una corriente crítica, pidió hoy a Lugo que renuncie al cargo.

"Fue elegido considerando que su pasado garantizaba una alta credibilidad y se pensaba que se podría enderezar el rumbo del país.

Su situación personal de hoy ha hecho que usted pierda toda credibilidad", aseveró Jaeggli en un comunicado.

Un sector del PLRA, la principal fuerza del Gobierno en el Parlamento, se considera marginado por el presidente, principalmente la corriente que lidera el mismo vicepresidente del país, Federico Franco, que compartió cartel electoral con Lugo en 2008.

Sobre tales discrepancias con Franco, Lugo declaró que "estamos tomando los pasos necesarios para que se puedan ir recomponiendo estos lazos", y garantizar así a los ciudadanos la confianza depositada en las elecciones del 20 de abril del año pasado.

El presidente reconoció el pasado día 13 como suyo a un niño de dos años nacido de la relación con Viviana Carrillo, de 26 años, cuando aún era obispo de San Pedro, después de que dos abogados presentaran una demanda de filiación en Encarnación (sur del país).

Después, Benigna Leguizamón, de 27 años, recurrió este miércoles al juzgado de la Niñez y la Adolescencia de Ciudad del Este, a 330 kilómetros de Asunción, con una demanda de filiación y prestación de alimentos en contra del mandatario, al asegurar que este es el padre de uno de sus cuatro hijos, Lucas Fernando, de seis años, también nacido en San Pedro.

Ese mismo día, Damiana Hortensia Morán Amarilla, de 39 años, dijo a los periodistas que concibió otro pequeño del jefe de Estado, Juan Pablo, que hoy tiene un año y cuatro meses, aunque aclaró que ella no exige nada al gobernante.