El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró ayer durante una visita sorpresa a Irak que los próximos 18 meses, hasta que se complete la retirada de la mayor parte de las tropas estadounidenses, pueden ser decisivos.

En declaraciones a la prensa que le acompaña en el viaje, Obama indicó que aún queda mucho trabajo por hacer, pero “hemos logrado progresos políticos significativos” en Irak, donde ha dispuesto el fin de las operaciones de combate y la salida de la mayoría de los actuales 144.000 soldados allí desplegados para agosto de 2010.

Obama subrayó que los próximos 18 meses, en tanto se lleva a cabo la salida del grueso de las tropas y se celebran elecciones, “pueden ser un período crítico... es momento de transferir la responsabilidad a los iraquíes. Deben responsabilizarse de la seguridad de su país”.

A su juicio, con la celebración de las elecciones en Irak el próximo diciembre “muchas de las cuestiones pendientes pueden empezar a resolverse”.

Obama también aludió a Afganistán, la otra guerra pendiente de EE UU y para donde ha desplegado una nueva estrategia:”Evidentemente, hemos pasado mucho tiempo intentando pensarlo para que salga lo mejor posible”, explicó.

La visita por sorpresa, que según Obama tenía como objetivo expresar su agradecimiento a las tropas por su “extraordinario esfuerzo”, se produjo al término de una gira por Europa que le llevó a Londres, Estrasburgo (Francia), Kehl (Alemania), Praga, Ankara y Estambul.

El plan original, según explicó el portavoz de la Casa Blanca, había sido desplazarse inmediatamente en helicóptero a Bagdad para mantener conversaciones con el presidente y el primer ministro iraquíes, Yalal Talabani y Nuri al Maliki.

El mal tiempo obligó a cambiar los planes. En su lugar, Obama se desplazó por carretera a la base aérea estadounidense “Camp Victory”, a donde se dirigió también Maliki, mientras Talabani estaba previsto que se comunicara con él por teléfono.

En “Camp Victory”, Obama se reunió con el comandante de las tropas estadounidenses en Irak, Ray Odierno. Allí, tuvo tiempo de saludar a las tropas.