Sarkozy se convierte así en el primer líder occidental que hace acto de presencia tras la elección de Suleiman el mes pasado, según los términos fijados en el acuerdo de Doha, gestionado por Qatar.

"El acuerdo mejoró la situación en el país, y llevó a la reconciliación nacional", declaró Sarkozy a su llegada al aeropuerto de Beirut. "El presidente Suleiman tiene la enorme responsabilidad de conseguir el éxito de esta reconciliación", añadió.

Recibido por el propio presidente libanés, Sarkozy solicitó a todas las partes que "instauren sus compromisos a través del diálogo". Acompañado del primer ministro, Francois Fillon, y representantes de los principales partidos galos, Sarkozy subrayó la importancia de su "excepcional" delegación reflejaba la fuerte relación entre ambos países.