Pues la verdad es que, expuesto con toda franqueza, probablemente nunca como en esta haya podido decirse aquello de que la mayor ocasión que vieron los siglos -y que era, más o menos, lo que se había anunciado para Galicia con lo del PEIT- acabó convertida en un chasco de tomo y lomo. O, como otros expresaron también, una especie de parto de los montes, porque se esperaba un león rugiente en forma de ferrocarril ultramoderno de alta velocidad y casi sale un mercancías, ratoncillo enclenque y huidizo.

Claro que, aún peor que eso -sobre lo que habrá que volver- es el panorama general del plan, que despacha a Galicia con una leve referencia a la "gran accesibilidad" -sic- que en materia de AVE le otorga el Plan Estratégico a este viejo Reino en concreto y a todo el noroeste en general. Y eso en lo que al tren concierne, porque del resto -puertos, aeropuertos, autovías, etcétera- aún hay menos. No deberá extrañar por tanto que el mensaje de despedida de la Xunta en funciones se haga con una traca de protesta. Al tiempo.

Los exégetas y trompeteros de la nueva situación, que son muchos -y experimentados: hay bastantes que ejercerían con el Gobierno anterior, aún en funciones- tendrán que emplearse a fondo para explicar el desaguisado y decir que el chasco, en realidad, no lo es, o que si lo parece se debe a una oscura maniobra -quizá una conjura- de la derecha para descalificar no se sabe qué de doña Magdalena Álvarez y sus mariachis. O sea, el babeante discurso que desde hace un año y pico practican sin tregua los juglares antiguos y sin pausa los conversos.

Dicho eso, y antes de que empiece el concurso de sumisos quizá no esté de más dejar unas preguntas esbozadas: ¿qué AVE es el que va a unir Galicia con el mundo, el que aparece en el PEIT, de pasajeros, o el que dijo la ministra hace unos días, mixto con mercancías? Si es el primero, ¿por qué diablos Álvarez enreda y pone de mala uva al personal de aquí? Y, si es el mixto, ¿qué quiere decir que en el PEIT aparezca otra cosa? ¿a quién hay que hacerle caso, a quien hay que atender, si es que hay que atender a alguien?

Item más y otrosí se dice: que, ya puestos, convendría solicitar de los negociadores por la nueva Xunta su opinión sobre el parto -con perdón y en sentido ferroviario, y por tanto figurado- de doña Magdalena? ¿Considerará el señor Quintana pagada con eso , en todo o en parte, la deuda histórica? Y don Emilio Pérez Touriño, ¿entenderá que este PEIT está en el espíritu de la iniciativa conjunta que el PSOE firmó con el Bloque en el Congreso? Y ambos los dos, como presunto gobierno, ¿creen que con esto se satisface a la sociedad gallega?

Hechas quedan las preguntas con todo respeto, naturalmente, aunque algún vate crea que su mera formulación es sospechosa de conjura...

¿No..?