La fuente de Reza y los grupos escultóricos del afilador y el paragüero, de Antón Failde, recuperadas por Arturo Baltar, y que se encuentran en el parque de San Francisco, son, desde ayer, parte del patrimonio cultural-termal de la ciudad de Ourense, contando con la bendición, las últimas antes de su marcha, del alcalde, Manuel Cabezas.

Así, desde ayer, la ciudad cuenta con su sexta área termal en la margen izquierda del río, con la entrada en funcionamiento de la antigua fuente de Reza, en el paseo de las Ninfas, después de que finalizasen las obras de recuperación, que realizó el concello dentro del Plan de Dinamización del Producto Turístico de Ourense , con una inversión de 30.00o euros, y que permitió la puesta en valor de ese manantial de aguas termales.

El proyecto de recuperación facilita el aprovechamiento termal de una beta de agua que cruza el río de forma diagonal, en una zona donde emergen aguas termales, de propiedades similares a las del Tinteiro, a una temperatura de 31,5 grados, y clasificadas como aguas de "mineralización débil, mesotermal, alcalinas, sulforadas y fluoradas", y que son conocidas por sus propiedades anticatarrales y dermatológicas, para tratamiento de eczemas, psoriaris o acné.

Las obras realizadas incluyeron el acondicionamiento del entorno del manantial con zonas pavimentadas y ajardinadas, la construcción de una fonte, similar a la del Tintero, que funciona mediante bombeo, y una grada para facilitar la utilización del área termal.

Emblemas

Del paseo natural por orillas del Miño, al comitiva, el alcalde de la ciudad a la cabeza, al barrio de San Francisco, en cuyo parque permanecen desde ayer los grupos escultóricos del "Afiador" y del "Paragüero", originales del artista ourensano Antonio Failde.

Estas obras, realizadas en 1957, y que antiguamente se encontraban en la estación del ferrocarril de San Francisco en estado de deterioro como consecuencia del vandalismo, fueron restauradas por el concello para su reubicación en el parte del barrio ourensano.

Los trabajos de restauración fueron realizados por el escultor ourensano Arturo Baltar, que elaboró en barro las piezas que ambos conjuntos perdieran por actos vandálicos: la cabeza del afilador y de uno de los niños que lo acompañaban, y el paraguas del paragüero. Posteriormente el canteiro, también relacionado con Failde, Manuel Padrón, convirtió en realidad pétrea el modelado de Baltar. Los trabajos se realizaron en el obradoiro del hijo del artista, Miguel Ángel FaildeManuel Cabezas destacó la importancia de la iniciativa, que supone recuperar la obra de un gran artista ourensano, a la vez que se devuelve a la ciudad dos "emblemas" del que desde ayer pueden disfrutar todos los ourensanos y visitantes, en una zona verde de San Francisco.