Los juzgados de Familia de Vigo parecen haber superado el colapso que hasta no hace mucho tiempo obligaba a señalar vistas con un retraso superior a los dos años. Un informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) revela que el tiempo empleado en resolver asuntos contenciosos como separaciones o divorcios se redujo en 15 meses en solo un año al pasarse de los 23 meses que, como media, se tardaba en 2003 a los 8 del pasado año.

La razón de que los vigueses tengan que esperar menos tiempo desde que presentan la demanda hasta que reciben la sentencia no radica en que las dos salas dedicadas en exclusiva a asuntos de Familia hayan visto reducida su carga de trabajo. De hecho, el pasado año estos juzgados recibieron más de 1.800 casos y, por primera vez, el número de separaciones y divorcios superaron al de matrimonios en la ciudad olívica. Fuentes judiciales atribuyen la mejora en los tiempos de respuesta a la puesta en marcha del segundo Juzgado de Familia en enero de 2003 y también al hecho de que el primero contase con un juez de refuerzo durante varios meses.

"En el año 2002 se llegaron a señalar juicios para 2005, el atasco era absoluto; pero la puesta en marcha del segundo juzgado y el juez de apoyo, que permitió que se celebrasen juicios mañana y tarde, ha permitido que poco a poco ese colapso se haya ido resolviendo", señalan las mismas fuentes.

Los datos del Poder Judicial, que se recogen en un informe realizado por técnicos sobre la situación de los juzgados en todo el territorio nacional, no dejan lugar a dudas. Si en 2001 se tardaba una media de 7,4 meses en resolver una demanda de separación o divorcio contenciosa -no se incluyen las de mutuo acuerdo-, en 2002 la cifra aumentó a 11,44 meses y en 2003 a prácticamente dos años.

Tendencia

Esta tendencia se rompió en 2004, cuando se situó en 8,24 meses. Esta situación, según el mismo estudio, también ha permitido que por primera vez en los últimos años los jueces de Familia resuelvan más casos de los que se ingresan. Así, según el Poder Judicial, "el número de asuntos resueltos ha de considerarse correcto y acorde a la carga de trabajo".

El mismo informe indica que los asuntos contenciosos suponen el 64,21% y los de mutuo acuerdo, el 35%. Sin embargo, fuentes de los juzgados indican que en la actualidad las separaciones y divorcios consensuados ya suponen prácticamente la mitad de los que se resuelven.